El 18 de diciembre de 2007 la Asamblea General de la ONU designó al 2 de abril como “Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo”, para ser observado todos los años a partir del 2008.
Para la conmemoración de éste 2014 Ban Ki moon secretario general del organismo internacional, refiere que “para medir cuánto han prosperado nuestras sociedades, debemos examinar cuán bien integran como miembros plenos y valiosos a las personas con capacidades diferentes, incluidas las personas con autismo”.
El funcionario también apunta que “lamentablemente, en muchas partes del mundo, se niegan a esas personas sus derechos humanos fundamentales; deben afrontar la discriminación y la exclusión. Incluso allí donde se garantizan sus derechos, muy a menudo han de luchar para obtener servicios básicos”.
La ONU define al autismo como “una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro, que afecta principalmente a los niños de muchos países, con independencia de su sexo, raza o condición socioeconómica, y que se caracteriza por deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos”.
El organismos internacional asienta que la tasa del autismo en todas las regiones del mundo “es alta” (sin darle un rango de afectación) y tiene un terrible impacto en los niños, sus familias, las comunidades y la sociedad.
Puede traer importantes dificultades económicas a las familias, dada la falta de recursos de salud en los países en desarrollo. La estigmatización y la discriminación asociados con estas enfermedades también siguen siendo obstáculos importantes para el diagnóstico y tratamiento. La ausencia de trastornos del espectro del autismo y otros trastornos mentales entre los niños de las listas de las principales causas de muerte ha contribuido a su abandono a largo plazo tanto por los responsables políticos en los países en desarrollo, así como de los donantes.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor en mayo de 2008. El propósito de la presente Convención es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente. Es una herramienta sólida para promover una sociedad inclusiva y el cuidado de todos y para garantizar que todos los niños y adultos con autismo pueden llevar una vida plena y significativa.