La discalculia es un trastorno en el aprendizaje de las matemáticas que se caracteriza por la dificultad para realizar cálculos numéricos, pero que no se asocia a un retraso mental o a una escolaridad inadecuada, cuyo estudio comenzó a finales del siglo XIX. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, se puede empezar a diagnosticar entre los 5 y los 8 años, de manera que esta nueva herramienta está orientada al ámbito escolar.
Ahora un grupo de informáticos de la Universidad de Salamanca desarrollaron un software que permite diagnosticar y evaluar la afectación que se pueda tener de este mal: “Es un problema que supone un desfase en el aprendizaje de las matemáticas, pero no hay pruebas diagnósticas específicas”, señala Patricia Serrano San Julián, autora de este proyecto.
Aunque se trata de un trastorno poco conocido, los especialistas creen que puede afectar a entre un 3 y un 6 por ciento de la población. De hecho, cuando se observan dificultades básicas relacionadas con el aprendizaje matemático, a menudo no se sabe si puede ser discalculia u otro problema.
El programa De3math pretende convertirse en la herramienta adecuada para el diagnóstico a través de un conjunto de pruebas para evaluar las habilidades relacionadas con la discalculia de acuerdo con las últimas líneas de investigación en este terreno, que indican que el origen de este problema puede estar en la representación mental del número.
En pocos minutos
La iniciativa se desarrolló en el marco del Programa de Prototipos Orientados al Mercado de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, dentro del Proyecto T-CUE de la Junta de Castilla y León y ha involucrado a expertos en el campo de la informática y de la psicología: Sara Rodríguez y Juan Manuel Corchado, del grupo de investigación BISITE, y José Orrantía, del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación.
Entre todos diseñaron una evaluación sencilla que pretende durar entre 10 y 15 minutos y consta de 6 pruebas. Los resultados finales señalarán si los valores son aceptables o no. Entre los aspectos que se miden está, por ejemplo, el tiempo de respuesta, que es un factor crítico. Tanto la respuesta como el tiempo empleado en hallarla son analizados automáticamente.
Otras cuestiones importantes para el diagnóstico son el análisis de habilidades como la percepción de la numerosidad en cuanto a magnitud o las comparaciones, tanto simbólicas como no simbólicas. El reto para lograr una buena herramienta era conseguir un programa que se adaptara a los niños, fácil de usar, autoaplicable y multiplataforma.
El producto final de este proyecto permite interpretar correctamente el resultado de esas pruebas, según sus creadores, y presenta muchas ventajas frente a otras posibilidades, como los psicólogos, las pruebas tradicionales en papel o las herramientas informáticas que existen en otros países, ya que en España no existe ningún software de este tipo. Por eso, es probable que De3math sea una herramienta muy útil para los centros educativos.