Es importante que los docentes de instituciones de educación superior (IES) conozcan, aprendan y se relacionen con las herramientas que son necesarias para que las personas con discapacidad visual y auditiva reciban una educación adecuada, expuso Diana Hernández Gómez al presentar su trabajo de experiencia recepcional para obtener el título de Licenciada en Pedagogía.
En el XXII Foro de Experiencia Recepcional, organizado por la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana (UV), Diana Hernández presentó la monografía “Manual de capacitación para el docente: estrategias de enseñanza-aprendizaje para alumnos universitarios con discapacidad visual y auditiva”.
Durante su exposición, mencionó que el número de personas con discapacidad visual y auditiva inscritas en las universidades es bajo, pues no existen las condiciones para inscribirse y para tomar las clases.
Manifestó que en años recientes, con el desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y de la comunicación, la educación superior se ha vuelto más accesible para este sector de la población. Sin embargo, dijo que la relación profesor-alumno con discapacidad es incómoda, porque generalmente el primero siente que el segundo es una carga adicional al no tener la preparación adecuada para atenderlo.
Ante esta situación, mostró una serie de recomendaciones para atender a los alumnos con discapacidad visual y auditiva. A los jóvenes con discapacidad visual, el profesor debe ubicarlos en un lugar cercano a él y al material de apoyo; el alumno debe tener espacio suficiente, incluso tener escritorio propio; hacer uso del sistema Braille, grabaciones y tiflotecnología (técnicas que permiten el aprovechamiento práctico de los conocimientos tecnológicos aplicados a personas ciegas o con baja visión).
A los alumnos sordos, indicó, el profesor debe ubicarlos en el salón en un lugar donde puedan ver claramente los movimientos gestuales; no deberá hablar con objetos en la boca; se le recomienda organizar las clases en círculo; reservar un espacio para anunciar fechas importantes; asegurarse de que comprenda la clase.
Lo principal, señaló, es que al inicio del curso el profesor deberá distribuir los títulos bibliográficos de todo el periodo escolar, con la finalidad de que los estudiantes se preparen con anticipación.
Por último, Diana Hernández reiteró que los docentes que laboran en las universidades deben prepararse y recibir capacitación para atender a los alumnos con discapacidad.