Francisco Javier Guardado Mendoza, estudiante de la Maestría en Ecología Tropical del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que educar a los niños en temas ambientales y enseñarles la importancia de valorar y proteger su entorno puede propiciar cambios socioculturales más efectivos.

La educación ambiental es fundamental, dijo, ya que la sociedad en general tiene una concepción errónea de ésta, pues no se trata sólo de conservar el bosque o de cuidar el agua, va mucho más allá de ello. Implica valores y cambios de conducta en ámbitos políticos, económicos, sociales o educativos.

“Hay que aprovechar el auge que el tema ha adquirido a nivel mundial, y poner énfasis en los niños, ya que es en ellos en quienes se puede influir para que surjan los cambios que muchas veces los adultos no están dispuestos a tener”, aseguró.

El universitario participó en el Foro de difusión de la investigación en educación ambiental para la sustentabilidad en la UV, el cual se realizó el viernes 1 de febrero y fue organizado por esta casa de estudios y la Secretaría de Medio Ambiente de Veracruz (Sedema).

Durante éste, Francisco expuso su tema de tesis ¿Qué saben, qué perciben y qué sienten los niños y niñas de Cuyuxquihui acerca del bosque y la cultura de su comunidad? La educación ambiental como estrategia para revalorar y proteger un ambiente local.

Cuyuxquihui está ubicada en el corazón del totonacapan, en el valle de Tecolutla. La razón por la que eligió trabajar ahí fue por las características únicas del lugar, ya que tiene fuertes raíces indígenas y está ubicada entre fragmentos de selva. Sin embargo, la zona ya presenta problema de contaminación y deforestación, por lo que requiere acciones ambientales inmediatas.

El trabajo de tesis de Francisco consiste en estrategias de educación ambiental aplicadas a un grupo de niños de la comunidad, a través de las cuales busca crear conciencia sobre la riqueza de biodiversidad con la que cuenta Cuyuxquihui, así como darles a conocer la problemática medioambiental de la misma.

Al ser un lugar pequeño, con una población de 600 habitantes, el universitario relató que logró tener mayor interacción con la comunidad y una mayor coordinación con el grupo de niños con el que se labora.

Explicó que no es la primera vez que interactúa con niños, pues su tesis para obtener el grado de licenciado en Biología la realizó con base en su experiencia laboral en el área de educación ambiental en Ciudad Juárez, Chihuahua, con estudiantes que cursaban distintos niveles educativos de primaria a bachillerato.

El estudiante del Citro siempre ha trabajado con niños, pues considera que históricamente no han sido tomados en cuenta en la toma de decisiones, a pesar de que es más fácil que se comprometan con los proyectos.

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