“Insostenible” resulta el actual modelo capitalista de producción alimentaria, afirmó Armando Bartra, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien enfatizó que este es parte de la estrategia de dominación emprendida desde el siglo pasado por los Estados Unidos pasa por provocar en las naciones periféricas la dependencia alimentaria a través de la destrucción de la producción agrícola local y de la práctica del dumping.

Durante la mesa Crisis alimentaria, campesinado y migración, el filósofo y sociólogo señaló que en nuestro país se fraguó el abandono del campesinado, por ello hoy importamos 40 por ciento de los alimentos que consumimos y cuando se presentan sequías hasta 50 por ciento. Los alimentos que importamos de Estados Unidos, para suplir nuestro déficit, son más baratos gracias a los subsidios a su producción agrícola y al dumping dictado desde su gobierno, explicó.

“Se impuso la destrucción de nuestro campo. Los alimentos importados son más baratos porque había una política expresa de someter a los pueblos… Hay alimentos de sobra en la bodega del imperio, con doblar la cerviz (los mexicanos) tendremos acceso a ellos”, aseveró el académico.

Armando Bartra reportó que esta desigualdad en la distribución de los alimentos se ha agudizado en el presente siglo. El cambio climático, la escasez de agua, el agotamiento de los suelos cultivables y la crisis económica de la potencia hegemónica llevan a los países desarrollados a gastar mayores recursos económicos y a forzar los recursos naturales para mantener sus excedentes alimenticios.

En consecuencia, en los últimos 15 años el precio de los alimentos se ha incrementado 50 por ciento, profundizando su carestía en las naciones periféricas. “Este modelo, el modelo de trabajar la agricultura como si fuera una rama más de la industria es insostenible”, apunta el investigador.

“Si los alimentos se distribuyeran y consumieran hoy de manera razonable bastaría para que nadie padeciera hambre, para que nadie tuviera sobrepeso, para que todos estuviéramos bien nutridos y todos fuéramos felices”, finalizó el profesor Bartra.

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