El último Vehículo Automatizado de Transferencia de la ESA partirá de la Estación Espacial Internacional el próximo sábado para emprender su último viaje en solitario, que lo llevará a destruirse de forma controlada durante la reentrada en la atmósfera terrestre, marcando el final de su misión y el del programa ATV.
El último de los cinco Vehículos Automatizados de Transferencia, el ATV Georges Lemaître, ha demostrado la gran versatilidad de su diseño a lo largo de su misión. El ATV-5 fue lanzado apenas nueve meses después de que su predecesor, el ATV Albert Einstein, terminase su misión de reabastecer y elevar la órbita del complejo orbital.
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El ATV-5 fue la nave más pesada jamás lanzada por un vehículo Ariane, transportando 6.617 kg de suministros y experimentos a la Estación.
Antes de atracar en la Estación Espacial, el ATV-5 pasó por debajo del complejo orbital para probar nuevas tecnologías de adquisición de imágenes láser e infrarrojas que harán posible que futuras misiones se acoplen con objetos no controlados.
El astronauta de la ESA Alexander Gerst y el cosmonauta ruso Alexander Skvortsov supervisaron la maniobra automática de atraque el 12 de agosto de 2014. Durante los seis meses que el ATV-5 ha permanecido unido a la Estación, su tripulación ha descargado los equipos y los suministros que transportaba en su bodega y la han ido llenando con los elementos que ya no son necesarios a bordo.
En paralelo, los controladores de la misión en Toulouse, Francia, supervisaron el trasvase del oxígeno, aire, combustible y agua que transportaba en sus tanques para reabastecer a la Estación.
En octubre el Georges Lemaître probó por primera vez una nueva maniobra para apartar a la Estación de la trayectoria de fragmentos de basura espacial, que requiere menos preparativos de lo habitual. Dos semanas más tarde fue necesario repetir esta estrategia.
El mes pasado el ATV-5 llevó a la Estación a una órbita más baja, reduciendo su velocidad orbital. Este tipo de maniobra no se había realizado desde el año 2008, con el primer ATV, y facilitará la llegada de otra nave de reabastecimiento con un cargamento especialmente pesado.
Una nueva forma de volver a la Tierra
El ATV-5 tenía previsto reentrar en la atmósfera terrestre a finales de febrero siguiendo una trayectoria menos inclinada de lo habitual, lo que haría posible que los equipos de la ESA y de la NASA estudiasen más de cerca su destrucción controlada.
Sin embargo, una de las cuatro cadenas de potencia de la nave falló la semana pasada, lo que provocó que sus sistemas pasasen automáticamente a modo ‘seguro’. El ATV está diseñado para llevar a cabo su misión con total normalidad tras sufrir un fallo, y para terminarla con seguridad tras sufrir dos.
No obstante, la ESA ha decidido cancelar esta nueva técnica de reentrada ante la posibilidad de que ocurra un segundo fallo en los 13 días que la nave permanecerá en vuelo libre antes de reentrar el día 27 de febrero, y dado que no es posible acortar esta fase debido al intenso tráfico a la Estación y a otras limitaciones operacionales del ATV.
Por lo tanto, el Georges Lemaître seguirá el mismo perfil de reentrada que sus predecesores, que comenzará unas 30 horas después de que se separe del complejo orbital.
En la bodega de carga del ATV hay dos experimentos que monitorizarán la temperatura y recogerán una amplia serie de datos durante la reentrada, facilitando su posterior análisis.
“El equipo de ATV ha trabajado sin cesar a lo largo de cinco misiones consecutivas”, explica Massimo Cislaghi, responsable de la misión ATV-5.
“Aunque estemos un poco decepcionados por no poder probar esta nueva técnica de reentrada, los nuevos planes no quitan que el programa haya sido todo un éxito”.
“Los ATV son naves grandes y muy complejas, y han cumplido todos y cada uno de los objetivos de sus respectivas misiones, demostrando la excelencia tecnológica de Europa y el gran talento de los equipos de la ESA, de la agencia espacial francesa CNES y de la industria espacial europea”.
Aunque este sea el último vuelo del programa ATV, la tecnología y los conocimientos adquiridos gracias a este programa volarán de nuevo en 2017, a bordo del Módulo de Servicio Europeo de la nave Orión de la NASA, con la que prepararán el camino para una nueva era de exploración espacial.
(ESA/NASA)