Andrea Nataly García Ortiz es estudiante de nuevo ingreso en la Facultad de Contaduría y Administración, campus Xalapa, y una de las más jóvenes integrantes del equipo de basquetbol universitario femenil Halcones. Disfruta del movimiento y la disciplina y ambos los experimenta día a día gracias a este deporte.
Es pequeña y grande a la vez: apenas cumplió 18 años, pero mide un metro 73 centímetros, lo que la colocó como una de las más altas del equipo. Por eso juega en la posición de poste, también llamada 3-4.
Andrea es oriunda de Tlapacoyan, Veracruz y estudia el primer bloque de la Licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios. Su primer día de clases fue también el primero de entrenamiento y en ambos no tuvo la menor complicación para integrarse. “Todos son buena onda”, expresó alegre.
Andrea era la movedora de un equipo de basquetbol juvenil de Tlapacoyan, con el cual hace unos meses participó en el Torneo Telmex Nájera.
En ese torneo la conoció el entrenador del equipo femenil de basquetbol universitario Halcones, Ramón “Ray” Rodríguez Gallardo y la invitó a que se incorporara al conjunto.
Andrea de por sí tenía como primera opción presentar examen de ingreso en la UV, así que la invitación de Ray sólo reforzó los planes de venirse a Xalapa.
En un abrir y cera de ojos dejó su pueblo natal y su equipo “de siempre”, para ingresar a la Universidad y a los Halcones. “Al principio fue un poco difícil, complicado, pero creo que toda va bien aquí, estoy haciendo nueva familia”, compartió.
En un futuro, a la universitaria le gustaría ser empresaria, por eso eligió la Licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios, “para poder formarme y cumplir mi sueño”.
Compartió que le gusta mucho el comercio internacional y la administración aduanal, temas en los que incursiona paulatinamente a través de la Licenciatura que cursa.
Para Andrea no hay problema entre estudiar una carrera y ser deportista: “El basquetbol me ayuda porque es mucha disciplina, de esa forma me ayuda a centrarme en mi carrera, en lo que quiero y cómo tengo que trabajar para lograrlo. En el basquetbol así como en la licenciatura tienes que poner el mayor esfuerzo y van de la mano para realizarte como persona”, justificó.
Durante la semana, se dedica a sus experiencias educativas de la Licenciatura en horario 10:00 a las 16:00 horas, regresa a comer a casa y por la tarde-noche entrena con el equipo Halcones.
Los fines de semana están dedicados a los juegos con sus contrincantes dentro de la Liga Asociación de Basquetbol Estudiantil, y cuando se puede, para reuniones familiares.
“Es una rutina pesada, pero también es algo que siento necesario hacer para mí misma, porque me hace sentir bien. Tal vez lo que me está cansando un poco es el gimnasio, porque nunca lo había hecho, pero fuera de eso me siento bien”.
Además del gimnasio, incorporó a sus hábitos diarios una sana alimentación bajo la orientación del Departamento de Nutrición y Dietética adscrito a la Dirección de Actividades Deportivas de la UV, así como correr en pista martes y jueves.
“Son complementos, me siento bien haciéndolo, siento que me hacía falta, antes no lo hacía”, insistió.
Entre los entrenamientos y juegos del equipo Halcones y las actividades de la Facultad, a Andrea le queda poco para más actividades. “Tengo novio y cuando puedo lo veo, pero tengo poco tiempo y espacio para hacer otras cosas”, dijo.
No obstante, aprovecha cualquier rato libre para disfrutar de otras cosas, por ejemplo, escuchar música en el trayecto de su casa a la Facultad o el gimnasio, sobre todo de los géneros electrónica y trova.
De la música electrónica su grupo favorito es Daft Punk, un dúo formado por los músicos franceses Guy Manuel de Homem-Christo y Thomas.
“Siento que me gustaría ser más extrovertida y por eso me gusta la (música) electrónica, su movimiento y su sonido brusco. Pero también tengo mi lado más sensible y por eso la trova me tranquiliza, me gusta escucharla y cantarla en la regadera”, expresó con una sonrisa.
La joven se inició en esta disciplina deportiva a partir de segundo año de secundaria, en la Escuela de Baloncesto Infantil y Juvenil “Halconcitos Rojos Veracruz” con sede en Tlapacoyan.
Anteriormente jugaba futbol, al igual que su padre, pero cuando se acercó al basquetbol descubrió que era éste el deporte al que quería dedicarse. Lo que más le atrajo es la rapidez, el movimiento y desplazarse de un lugar a otro con agilidad.
Finalmente, Andrea comentó que el último partido que jugó el equipo de basquetbol femenil Halcones (el pasado viernes 27 de septiembre) fue en casa (en el gimnasio Miguel Ángel Ríos) y aunque la puso un poco nerviosa el público presente, se sintió respaldada.
Por lo anterior, exhortó a la comunidad universitaria y público en general para que asistan a sus partidos: “Te da mucho ánimo que la gente te vaya a apoyar, te estén gritando y alentando. Ojalá nos acompañen durante la temporada”.