Bosón de Higgs, CERN-CMS

Bosón de Higgs, CERN-CMS


El 4 de julio del 2012 el Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) inauguró una nueva era para la exploración científica al anunciar el descubrimiento de una partícula: el «Bosón de Higgs».

Aunque todavía quedaba un resquicio del .1% de que no fuera, de acuerdo con los resultados preliminares de los análisis conjuntos de los datos tomados por el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en 2011 y 2012.

Sin embargo esa duda se desvaneció cuando el 8 de agosto se publicaron una serie de artículos en la la revista Physics Letters B, asignándole un nivel de confianza de 5,9 sigma, el más alto, frente al valor 5 sigma que se le dio originalmente, el cual ya planteaba la posibilidad de una en tres millones, de que la nueva partícula no fuera el «Bosón de Higgs».

El Bosón de Higgs era la partícula más buscada de las últimas décadas, por considerar que abre las puertas del mundo subatómico.

El campo de Higgs fue la primera cosa que existió una fracción de segundo tras el Big Bang, por lo cual también le llaman «la partícula de Dios».

El anuncio fue ratificado el 13 de marzo de 2013 en la conferencia Moriond (La Thuile, Italia), donde se presentan los trabajos de las colaboraciones ATLAS y CMS del LHC, las cuales analizaron dos veces y media más datos que los disponibles durante el anuncio de su descubrimiento en julio de 2012.

El físico Peter Higgs, postuló en 1964 la existencia de una partícula clave para explicar la formación del Universo, el «Bosón de Higgs» que es la que daría masa al resto de las partículas.

Se cree que en la primera billonésima de segundo tras el Big Bang, el universo era una sopa de partículas que se movía en distintas direcciones a la velocidad de la luz, sin masa apreciable. A través de su interacción con el campo de Higgs ganaron masa y, con el tiempo, formaron el universo.

En paralelo, otros reconocidos físicos, como los belgas François Englert y Robert Brout (fallecido al momento del descubrimiento), también postularon la posible existencia del bosón.

El 4 de julio, cuando se presentó el descubrimiento, los encargados del CERN optaron por la prudencia, porque era una partícula nunca antes vista y en el espectro de masa que teóricamente se ha atribuido al «Bosón de Higgs», podría ser un tipo diferente de ‘»partícula de Higgs'» y no exactamente la buscada.

Esto hizo que los físicos presentes en la conferencia en la que se presentaron los resultados se entusiasmaran, tanto por una como por otra posibilidad.

Entre los asistentes estaban cuatro de los seis teóricos que diseñaron en los años sesenta el Modelo Estándar de Física, incluido el propio Higgs, de 83 años, quien sólo habló para felicitar a los investigadores del CERN.

Adelantó que los próximos meses se dedicarán a consolidar estos resultados de manera individual para combinarlos en una etapa ulterior.

Los datos en los que se basaron los experimentos se obtuvieron del Gran Acelerador de Hadrones (LHC) del CERN, situado en la frontera franco-suiza, donde se producen unas 40 millones de colisiones de protones por segundo, de las que se registran y analizan entre 300 y 600, a un nivel de energía que no puede ser reproducido por ninguna otra máquina.

Según la versión de Peter Higgs, en 1964, mientras caminaba por los montes Cairngorms, en Escocia, le llegó la duda: ¿Qué hace que todas las cosas en el universo tengan masa?.

El primero documento donde hacía públicos sus estudios fue rechazado por la revista Physics Letters, pero luego fue difundido por Physical Review Letters.

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