Es en las universidades de todo el país donde se tiene que reflexionar sobre las preguntas básicas de lo que sucede con el deporte mexicano, ahí se tiene que empezar a discutir el deporte como un hecho político y económico, consideró Mauricio Mejía Velázquez, director editorial de Ludensoffiside.com y egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante su participación en el Coloquio Veracruzana de Otoño 2013 “Desafío del deporte en México”, organizado por la Universidad Veracruzana.
En su ponencia “Luis ‘El Pirata’ Fuente: el nacimiento del héroe en el futbol”, insistió en que la narrativa y el relato deportivo tienen que empezar en las universidades.
“Entender lo que pasa con nuestro deporte y hacernos las preguntas básicas requiere mucha reflexión y es en las universidades del país donde creo que tenemos que discutirlo. Tiene que haber una historia del deporte en México –el cual no existe–, una sociología del deporte mexicano, y va a salir de las universidades, no esperen mucho de los periodistas”, añadió.
Asimismo lamentó que en el país las televisoras tengan un dominio político y comercial de la actividad deportiva, ejemplo de ello es que contaminen con juegos de la NBA, NFL o de futbol y que no se practiquen, porque el objetivo final es dominar la poca o mucha plusvalía que les queda a los mexicanos.
“En las páginas deportivas tenemos mucha información sobre la NFL, la NBA, el futbol extranjero, automovilismo, pero no recuerdo haber leído un reportaje sobre los deportistas locales que tengan proyección e identidad para el estado de Veracruz, ése es un problema grave en el país.”
Comentó que estamos equivocados si seguimos creyendo que la sección blanda del periódico es Deportes, porque es la industria más sólida en el intercambio de mercancías contemporáneas, además de que “el deporte y el entretenimiento son las grandes bases de la cultura universal en materia económica.
”La FIFA gana 500 mil millones de dólares al año, entonces no tomemos al deporte como un hecho aislado, es la actividad de mayor consumo de los habitantes por diferentes manifestaciones, no hay ni un día que no estamos cerca del deporte.”
Advirtió que si en el país no se empieza a realizar más actividad deportiva, entonces no habrá democracia porque el deporte enseña a respetar las reglas, al contrincante, a reconocer las ventajas y defectos del oponente, pero sobre todo a reconocer el resultado de la competencia.
Asimismo enlistó una serie de preguntas que a su parecer deben ser analizadas: ¿Cómo podemos jugar a la democracia si lo que más nos importa del juego político es el árbitro (el IFE) y no los que compiten? ¿Cómo podemos hablar de un proyecto democrático de país, si no somos capaces de juntar a cinco para hacer una Selección Nacional de Basquetbol? ¿Cómo poder hablar de democracia si desde 1976 México no asiste al basquetbol olímpico? ¿Cómo queremos tener en el país un proyecto de éxito deportivo si no tenemos claro qué significa el éxito en México? ¿Por qué no se nos dan los deportes de equipo?
Mejía Velázquez respondió que estas interrogantes nos demuestran que somos un país que habita en la desconfianza, dado que México es de los pocos países donde un partido de futbol entre Chivas y América se dirime no por el delantero sino porque el árbitro se vendió.
Esto no significa, aclaró, que los deportes sean la solución para los grandes problemas nacionales, más bien –enfatizó– a través del deporte se pueden hacer preguntas para dar respuesta a los grandes problemas nacionales.
“Lo que me gustaría generar es una inquietud de qué tantas lecciones nos da el deporte cotidianamente a los mexicanos, a cuántas les hacemos caso y a cuántas no. Se van a asombrar de que tenemos mucho que aprender de nuestros hábitos deportivos”, acotó.
Los héroes mexicanos
Mauricio Mejía preguntó a los asistentes por qué si en el país hay deporte y se practica desde hace tres mil años no tenemos héroes deportivos como sucede en Estados Unidos, Brasil, Argentina, o en otra parte del mundo, a lo que inmediatamente reveló que es penosamente por la falta de memoria.
“Es una verdadera pena que este país tenga tan buenos atletas que dos generaciones después se olvidan, quién se acuerda de Rafael ‘El Pelón’ Osuna, de Radamés Treviño o de Juan Botella, no tenemos memoria y es lo mismo que nos pasa en otras esferas del conocimiento.”
Insistió que el tener héroes deportivos implicará que los niños y los jóvenes crean y obliguen al Estado a ajustar las políticas de bienestar a las prácticas deportivas.
Citó que el triunfo de la Selección Mexicana de Futbol en los Juegos Olímpicos de 2012 es un buen ejemplo de la carga simbólica para las generaciones actuales y venideras, para ellos significó “sí se puede” y el mundo ya no les da miedo.
“Los mexicanos de hoy se sienten identificados con el mundo, hay nuevos hábitos culturales para los mexicanos de hoy, no les son ajenos los problemas que pasan en el mundo porque forman parte de un mundo que se ha hecho cada vez más pequeño. La trasformación del mexicano gracias al triunfo de 2012 puede ser que el mundo ya no le da miedo”, puntualizó.
Lo cierto, concluyó, es que el miedo y la máscara –como lo menciona Octavio Paz en el Laberinto de la soledad– nos impiden relacionarnos con el mundo y, por ende, conformar héroes porque todos estamos enmascarados y no hemos encontrado su valor político e histórico.