José Agustín Castellanos Rodríguez
El éxito o fracaso de los movimientos sociales y políticos radica, en gran parte, en la capacidad que tengan sus líderes para ofrecer discursos poderosos y efectivos, aseguró David Pavón Cuéllar, catedrático de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Interesado en el análisis del discurso político, el investigador ha entrevistado a integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), conversaciones que valoró con base en teorías de Jacques Lacan, psiquiatra y psicoanalista francés.
En este último, Pavón encontró un método crítico de la psicología, pero es en la vinculación con las ideas de Karl Marx donde concretó su modelo de cuestionamiento y análisis de discurso. Definido a sí mismo como un marxista lacaniano, ha realizado críticas a la psicología a través de trabajos como su libro From the Conscious Interior to an Exterior Unconscious: Lacan, Discourse Analysis and Social Psychology (Desde el interior consciente a un inconsciente exterior: Lacan, análisis del discurso y psicología social) (2010).
En su análisis de las confluencias entre el marxismo y el psicoanálisis, el Doctor en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), España, y doctor en Filosofía por la Universidad de Rouen, Francia, encontró corrientes como el freudomarxismo alemán de los años treinta, el trabajo de la Escuela de Frankfurt y algunos marxismos latinoamericanos, tras lo cual concluyó que se desconoce mucho de los orígenes de esas articulaciones, especialmente en el contexto soviético.
En entrevista con Universo, David Pavón expresó su interés por el análisis de discurso y sus primeros contactos con estas técnicas de valoración de la mano de su ideología marxista.
¿Cómo surge el interés por el discurso político desde los estudios en psicología?
Existe una larga tradición de análisis de discurso en la psicología, ha llegado a ser tan influyente en el ámbito británico que se habla de un cambio de paradigma, ubicándonos en un tiempo de la psicología discursiva posterior a la psicología cognitiva y al predominio del paradigma conductista.
En la perspectiva discursiva, es en el discurso donde podremos estudiar de manera directa el psiquis de los sujetos; la única manera de estudiarlo sin mediaciones sería investigarlo ahí donde se presenta inmediatamente, desplegado, en las diferentes formas de argumentación o retóricas. Cada autor usará diferentes términos para referirse a esa presencia del psiquis en el discurso.
¿Qué posición retoma a partir de la psicología discursiva?
Vamos a tener algunas corrientes que se autodefinen como críticas y que se nutren del marxismo, y es en las que yo me ubico. Quizás el representante más conocido de esas corrientes críticas discursivas es Ian Parker, con quien he trabajado en el análisis del discurso.
Se trata de un análisis crítico que supone un posicionamiento político, que en nuestro caso es marxista-trotskista, e implica tomar posición a favor de ciertos argumentos y en contra de ciertas formaciones discursivas que nos parecen sostener ideológicamente el sistema capitalista, y por lo tanto tienen que atacarse a través del trabajo de investigación del psicólogo.
¿Por qué la intención discursiva en movimientos como el EPR y el EZLN?
Mi tesis doctoral de psicología social fue un análisis de discurso del EZLN. Como se sabe, el arma discursiva ha sido fundamental en la lucha zapatista, sin esa arma el zapatismo no habría tenido esa incidencia que logró en los diferentes movimientos sociales en el mundo.
El movimiento antiglobalización actual en sus diferentes formas, así como otros movimientos más marginales, le deben mucho a los zapatistas; es precisamente ese discurso que le permitió esa subsistencia, los dio a conocer, les aseguró una solidaridad internacional que los ha protegido y cobijado en momentos en los que quizás el gobierno se hubiera sentido autorizado a atacarlos.
Entonces, vemos que los discursos no son únicamente un suplemento de las luchas sociales y políticas, sino que son decisivos.
En todas las épocas de la historia se ha visto que cualquier revolución ha involucrado en gran parte el discurso revolucionario, y el éxito o el fracaso de este tipo de movimientos han dependido en gran parte de su capacidad para ofrecer discursos poderosos y efectivos en ciertas circunstancias. Se vio mucho en la buena Revolución Mexicana, no la que después se institucionalizó y terminó traicionando la revolución de Zapata y los hermanos Flores Magón con el periódico Regeneración.
El discurso forma parte de los movimientos sociales, no está fuera de esta convergencia, el discurso es movimiento. Es muy importante no distinguir al portavoz de un movimiento del movimiento mismo, debemos dar cuenta que son un mismo fenómeno.
¿Cómo obtienen información “oficial” los movimientos que operan con cierta clandestinidad?
Evidentemente siempre habrá discursos gubernamentales o incluso mediáticos que buscarán deslegitimar los discursos de los movimientos sociales subversivos, y se apelará con frecuencia a la información de la que disponen ciertas esferas de la sociedad. Pienso que a través del análisis de discurso debemos denunciar esas estrategias de supuesta invocación de información sobre los movimientos, como una estrategia más en el campo de batalla.
Hemos sabido con frecuencia que las informaciones son falsas y lo único que las valida en cierto momento es que provienen de fuentes gubernamentales que supuestamente tienen capacidad para saber lo que se ignora en otras trincheras. Pero eso también es política, así como también lo es el pretender que en ciertas instituciones se puede saber lo que se ignora en la sociedad; además, ahí se puede observar una utilización incorrecta de las informaciones que no tendrían que ser empleadas políticamente.
El análisis de discurso tiene mucho que decir para desmontar esa estrategia como cualquier otra que venga del poder. Digamos que el poder ya tiene muchos medios a su alcance y por eso es que nosotros consideramos en las perspectivas críticas que los que hacemos investigación debemos ponernos al servicio de las luchas populares, ellas sí que nos necesitan.
En ese sentido, ¿el análisis de discurso puede presentarse como una contra hegemonía comunicacional?
Sólo cuando es crítico y cuando se posiciona políticamente contra la hegemonía, contra instituciones o contra ciertos poderes identificados con aquellas perspectivas hegemónicas, pero no es el caso de todos los analistas de discurso. Definido como tal, el analista es un simple técnico que tiene una serie de métodos y que puede ponerlos al servicio de diferentes causas.
Quienes nos ubicamos en el análisis crítico del discurso insistimos en una necesidad de no vendernos al mejor postor; una reiteración de nuestra parte también es la responsabilidad del investigador con la sociedad, tiene que dejar claro desde el principio para quién trabaja: una institución universitaria, el Estado o contra el Estado.
En los populismos latinoamericanos los psicólogos muchas veces apoyaron a los estados porque simpatizaban con ellos.
¿Cómo ha evolucionado el marxismo de la mano del psicoanálisis?
Una gran parte del análisis del discurso no estadounidense es marxista; la escuela francesa de análisis del discurso es marxista, la perspectiva británica también se fundamenta en el marxismo, en los estudios literarios en los que se ha hecho análisis de discurso se han citado autores con perspectivas marxistas.
El marxismo es predominante en el análisis del discurso, excepto en el modelo no crítico y en las corrientes norteamericanas, donde se mantiene un modelo apolítico y acrítico.