La revista Current Biology publica esta semana un artículo sobre la plasticidad neuronal de la corteza visual, es decir, la estimulación de los circuitos nerviosos relacionados con la vista a partir de un entrenamiento concreto.

El estudio, dirigido por Aaron Seitz, investigador de la Universidad de California (EE UU), muestra mejoras en la agudeza visual de los jugadores del equipo de béisbol universitario Riverside Highlanders después de dos meses de ejercicios con un ordenador –25 minutos cuatro días a la semana–.

El objetivo principal del programa es entrenar el cerebro para que sea capaz de percibir y responder a los estímulos visuales de una forma óptima. Tal y como explica Seitz, un buen entrenamiento cerebral puede ser la diferencia entre ganar o perder un partido de béisbol.

“Al igual que vamos al gimnasio para entrenar y fortalecer nuestros músculos, también podemos ejercer nuestro cerebro para tener una mejor agudeza visual, se trata del mental fitness”, apunta el investigador.

Así, los expertos sometieron a 19 jugadores a dicho entrenamiento, basado en seleccionar patrones que estimularan mejor las neuronas de la corteza visual temprana. Para ejercitar la visión de los jugadores, poco a poco dichos patrones se volvían más tenues a medida que evolucionaba el programa.

Tras esos meses de entrenamiento, siete de los jugadores consiguieron una mejor visión que les permitía leer un texto tres veces más lejos que un observador normal. Además, los deportistas declararon seguir la pelota mucho mejor, tener una visión periférica mayor, la habilidad de ver más lejos y sentir los ojos menos cansados.

Más victorias gracias al entrenamiento visual

Tras estudiar los partidos de béisbol de los jugadores analizados, los investigadores observaron un aumento en el número de carreras y una disminución en el número de strikes recibidos.

A partir de los análisis estadísticos derivados de los encuentros, los autores estimaron que el entrenamiento perceptivo podría haber sido la causa de tres o cuatro victorias adicionales en la temporada 2013.

Ahora, los científicos quieren extender su trabajo a otros colectivos como el cuerpo de policía e, incluso, a personas con visión reducida por cataratas, degeneración macular o ambliopía (popularmente conocido como ojo vago).

Seitz concluye que entender el funcionamiento de la plasticidad cerebral “abre las puertas a una mejora de la salud, y que entrenamientos de estas características también podrían ser utilizados para mejorar la memoria y la cognición”.

Referencia bibliográfica:

Jenni Deveau, Daniel J. Ozer, Aaron R. Seitz. “Improved vision and on field performance in baseball through perceptual learning”. Current Biology Vol 24 No 4

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