Por primera vez, un estudio de investigadores del nstitut de Recherche pour le Développement (IRD) y organismos que colaboran con él(1), que acaba de ser publicado en la revista The Cryosphere, presenta una retrospectiva de más de tres siglos sobre la evolución del hielo en el conjunto de la región andina tropical (3).

300 años de historia de los glaciares

Desde que alcanzaron su máximo entre la mitad del siglo XVII y el XVIII, durante la Pequeña Edad de Hielo*, los glaciares de los Andes tropicales han ido retrocediendo progresivamente. Pero, este proceso ha adquirido una amplitud espectacular en los últimos 30 años. Esta síntesis muestra claramente la singularidad de estas últimas décadas, con una rapidez de deshielo que no se había observado en 300 años: la superficie de los glaciares de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia se ha reducido entre un 30 y un 50 % desde finales de los años 70, porcentaje que llega al 80 y el 100 % en los casos extremos. Este nuevo estudio confirma la aceleración del cambio climático a finales del siglo XX en esta región del mundo.

Métodos combinados

Gracias al estudio de las morrenas(4) depositadas en los flancos de las cumbres, los científicos han podido cartografiar y fechar las posiciones pasadas de los glaciares a lo largo de su retroceso a partir de los años 1730. Además, las fotografías aéreas y las imágenes de satélites ponen de manifiesto la evolución de las superficies glaciares después de 1950. Paralelamente, los investigadores han modelizado la respuesta de los glaciares a las variaciones actuales de temperatura y precipitaciones, para elaborar una relación entre condiciones climáticas y retroceso del hielo. Han reconstruido de este modo las fluctuaciones del clima que han podido causar las variaciones observadas en los glaciares.

Una única y misma causa

Todos los glaciares andinos responden a unos mismos mecanismos de variabilidad comunes. Aunque las precipitaciones han variado poco, la temperatura atmosférica en los Andes tropicales ha aumentando 0,7 °C, fenómeno relacionado con el calentamiento del Pacífico tropical observado desde la década de los 70. A esta altitud, la temperatura no es directamente la responsable del deshielo,  sino que éste se debe sobre todo al balance entre la radiación solar absorbida y reflejada en la superficie del glaciar. Pero la temperatura sí influye en la naturaleza de las precipitaciones, sólidas o líquidas, y en consecuencia en las condiciones de conservación o desaparición del manto de nieve, que es el que contribuye a reflejar la mayor parte de la energía solar. Su ausencia aumenta el deshielo del glaciar de manera considerable. Esta situación en la que los glaciares quedan desnudos – en verano bajo los trópicos o en los equinoccios bajo el ecuador – ha tendido a ser más frecuente en estas últimas décadas.

Los glaciares de pequeño tamaño, de menos de 1 km2, situados por debajo de los 5 400 m de altitud, serían los más afectados. Si se confirman los aumentos de temperatura que prevén los modelos climáticos hasta el final del siglo(5), la mayoría de los glaciares de esta región de los Andes, tanto los grandes como los pequeños, podrían desaparecer, como ya ocurrió en 2010 con el glaciar de Chacaltaya, situado sobre la ciudad de La Paz en Bolivia.

Es vital hoy día afinar las previsiones para anticipar mejor el impacto futuro en las poblaciones andinas. Los glaciares de montaña desempeñan una función de regulación de los recursos de agua dulce durante todo el año. Millones de habitantes de los Andes dependen de ellos en la estación seca para la agricultura, la energía hidroeléctrica o el abastecimiento de agua de las ciudades.

(1)      UJF-Grenoble 1, CNRS, Grenoble-INP, UMSA en Bolivia, ANA y SENAMHI en Perú, INAMHI y EPN en Ecuador, IDEAM en Colombia, universidades de Albany en Estados Unidos y de Zurich en Suiza y de Savoya, Météo-France, UPS-Paris 1, UVM-Paris 12, Ifsttar, UPMC, EPHE.

(2)      El 4º informe del Grupo intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático se publicó en 2007.

(3)      Los glaciares de los Trópicos abarcan aproximadamente 1 900 km², según Francou y Vincent, 2007: Les glaciers à l’épreuve du climat, IRD Editions & Editions Belin.

(4)      depósitos rocosos dejados por el paso del glaciar, testigos de sus posiciones anteriores.

(5)      de entre 4 °C y 5 °C hasta el final del siglo en los Andes centrales, escenario (A2) elaborado a partir de emisiones máximas de gases de efecto invernadero, comparables a las actuales.

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