La revolución tecnológica y energética de los últimos años le ha dado a las llamadas “tierras raras” una importancia muy fuerte debido a sus propiedades eléctricas, magnéticas y electrónicas. Por ello, un grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM ubica y analiza formaciones geológicas que las contienen, ya que representan una opción valiosa para la sustentabilidad energética del futuro.
De acuerdo con el doctor Lorenzo Martínez Gómez, líder del proyecto, las tierras raras son los metales que ocupan la parte baja de la tabla periódica de los elementos, cuyas aplicaciones se encuentran en los generadores eólicos, automóviles modernos, teléfonos celulares, equipos de comunicación y superconductores. También se usan en sistemas de grabado, impresión y lectura de discos compactos y captación de sonido en micrófonos miniatura.
“Demostramos que México cuenta con esta riqueza, hallazgo que hicimos con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados”, refiere el investigador.
Agrega que en la franja central de la República Mexicana se encuentra una “provincia” geológica muy antigua que contiene tierras raras.
“Ahí, ubicamos cerca de 80 zonas con una concentración suficiente y capaz de atraer inversiones mineras”, informa Martínez Gómez, quien recientemente dictó la conferencia magistral Tierras raras: minerales estratégicos para las energías sustentables, la salud, la electrónica y las comunicaciones, efectuada en el marco del aniversario del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT).
El científico subraya que las tierras raras se ubican en el grupo de los nuevos minerales conocidos como ecológicos, denominados de esta manera porque son componentes importantes de una amplia gama de tecnologías limpias. “Por ejemplo, un generador eléctrico eólico requiere varias toneladas de material magnético hecho con aleaciones de tales elementos, como el neodimio o el praseodimio. También son requeridas en un porcentaje importante para la manufactura de vehículos eléctricos e híbridos”.
Otro hallazgo importante informa el doctor Martínez Gómez fue en torno a la chatarra electrónica, pues es una “zona minera” importante para extraer tierras raras. “En México se producen cerca de 360 mil toneladas anuales de ese tipo de desechos, que incluyen televisores, computadoras, celulares y componentes automotrices con una variedad de piezas reciclables de alto contenido de los metales de interés”.
Debido a que la extracción de tierras raras a partir de componentes de basura electrónica representa un gran reto, se está trabajando en un proyecto con el gobierno del Distrito Federal para del desarrollo de una planta piloto de reciclado de material electrónico.
“Tenemos proyectado finalizar su construcción a finales de este año, lo que nos permitirá tener una actividad económica nueva y amigable con el ambiente”.
(Agencia ID)