Un reciente estudio realizado entre el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y el departamento de Nutrición de la Universidad de Connecticut (EU) arrojó como uno de sus resultados más importantes que el consumo de huevo en pacientes con diabetes no propicia daños cardiovasculares que pueden costarles la vida.
La doctora Martha Nydia Ballesteros Vásquez, investigadora del CIAD y coordinadora del estudio, puntualiza que éste es uno de los primeros en el mundo enfocado a pacientes diabéticos y su consumo de huevo.
En la investigación participaron 29 pacientes diagnosticados con diabetes tipo II bajo tratamiento y con supervisión médica, a quienes se pidió consumieran un huevo diariamente durante cinco semanas consecutivas y después regresaran a su dieta normal por tres semanas.
A continuación se pidió que a lo largo de las siguientes cinco semanas no consumieran huevo y desayunaran avena, alimento que se asume ayuda a mantener regulares los niveles de colesterol en sangre.
Sobre los resultados después de 13 semanas del estudio, la doctora Ballesteros Vásquez señala que no se encontraron diferencias en los niveles de colesterol “malo” (LDL), triglicéridos, glucosa o cualquier otro parámetro de riesgo cardiovascular, es decir, no existió un efecto sobre el nivel de lípidos en los pacientes diabéticos.
No obstante, llamó la atención que durante el periodo en que se consumió huevo, los pacientes presentaron una disminución en marcadores de inflamación, algo característico en quienes padecen enfermedades cardiovasculares, pero no así en consumidores de avena.
“Consideramos que los carotenos del huevo, como luteína y zeaxantina, pudieran ser la razón por la que hubo una disminución en los factores de inflamación, pero posteriores investigaciones nos ayudarán a comprobarlo.
“Dimos seguimiento a por más de un mes en el que se les pidió consumieran huevo; a algunos también avena. Los resultados marcaron que no hay diferencia significativa entre pacientes diabéticos que consumieron huevo y avena, y quienes solo el primer alimento; no hubo aumento en niveles de lípidos en sangre que pongan en riesgo al paciente”, subrayó la especialista.
El estudio, en el que participó por parte de la Universidad de Connecticut la doctora mexicana María Luz Fernández, reconoció también durante el período de consumo de huevo disminuyó la enzima hepática aspartato aminotransferasa (AST), misma que cuando registra niveles elevados se asocia a presencia de obesidad en el afectado o enfermedades como hígado graso.
Cabe destacar que en el Laboratorio de Metabolismo de Lípidos del CIAD se han hecho diversos estudios científicos que buscan destacar la importancia del consumo de huevo en diversas franjas de población, particularmente por los efectos del colesterol que contienen, y se resume que se trata de un alimento muy importante que no debe faltar en la dieta del mexicano, sobre todo en niños.
Según la Unión Nacional de Avicultores, cada mexicano come al año 360 huevos, que equivalen a 22.3 kilos de este producto.
“En la década de los setenta se hicieron en Europa estudios epidemiológicos para encontrar la razón por la que moría la gente por enfermedades del corazón, y algunos de ellos se relacionaron con la alimentación. Se encontró que el colesterol en la dieta era una de las causas, y se satanizó a los alimentos que lo contienen, especialmente al huevo”, detalla la investigadora, y agrega que a 40 años de distancia, no se ha podido echar abajo ese mito entre médicos y pacientes.
“Lo que ahora sabemos es que 80 por ciento de las personas no responden de manera exagerada al consumo de huevo, es decir, que el colesterol no incide en problemas cardiovasculares, lo que si sucede en el 20 por ciento restante de la población.
“En pacientes diabéticos lo primero que piden los médicos tratantes es retirar de la alimentación el huevo, porque su metabolismo de lípidos decae debido a la deficiente insulina. Sin embargo, no puede generalizarse la restricción”, concluye la doctora Ballesteros Vásquez.
AGENCIA ID/DICYT