El centro del estado de Veracruz se asienta sobre una orografía tan escar- pada como en contadas regiones del mundo: en poco más de cien kilómetros en la horizontal se pasa de la costa tropical a las nieves perpetuas a más de cin- co mil metros de altitud. En esta porción reducida de territorio se pasa de las dunas costeras hasta el páramo de altura, poblados por muy variadas especies animales y vegetales asociadas con comportamientos climáticos igualmente diversos porque, además, sobre esta zona se alternan a lo largo del año fenómenos atmosféricos propios del trópico y desprendimientos de masas polares, con sus consecuentes aportes a la fer- tilidad del suelo y al bienestar de todos, incluidos los humanos, pero también a los desastres por cau- sas meteorológicas.
Este territorio ha pasado en unos cuantos siglos –a partir de la llegada europea hace quinientos años- de selvas y sabanas vírgenes a potreros y campos de cultivo, con la presencia cada vez más devastadora de tres zonas ur- banas -Córdoba-Orizaba, Xalapa y Veracruz- cada una llegando ya al millón de habitantes.
Es esta zona el albergue del puerto comercial de mayor importancia del país, zonas industriales y comerciales que más o menos van sorteando las vicisitudes eco- nómicas del país y del estado, agravadas por una inseguridad galopante. La cultura ha orecido en muy dispersos puntos ya con una larga historia; en la actualidad tanto en lo popular como en lo exquisito se sigue acumulando de manera pujante.
En suma, que vivimos dentro de un laboratorio natural de los climas que merece mucha atención, cuidado y estudio.
El ejemplar completo de El Jarocho Cuántico lo pueden consultar aquí