El ejemplar completo de
El Jarocho Cuántico: Ríos y territorio, despojo y resistencia
1. Ya corrió agua debajo de los puentes desde las épocas en que una presa hidroeléctrica “llevaba el progreso” a una región. El candil se apagó para dejar lugar al bulbo eléctrico, el café ya no salía en capulín o bola sino en café verde u oro. La energía movía la economía local, las hidroeléctricas eran recibidas con alegría y baile.
2. En tiempos de globalización las cosas han cambiado. La gente de los ríos, o por lo menos muchos de ellos, ahora tienen caras largas, no pueden dormir, tienen pesadillas quizá. ¿Qué les pasa? Es que están desinformados, se les dice. ¡Qué paradoja, si lo único que piden es justamente eso, información! La información no fluye como el agua y cuando lo hace es como un cuento: Xalapa tendrá agua y ustedes empleo. Sólo que los niños a quienes se intenta dormir con un lindo cuento están conectados con el mundo. La geopolítica del agua ya no se puede entender en una escala microrregional. El agua transformada en energía eléctrica puede ser utilizada a miles de kilómetros de distancia. Se genera en un punto y se abona su valor en otro.
3. Hoy en día, con la modalidad de co-generación eléctrica permitida por la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, represar un río no tiene que ver con la economía regional ni con las prioridades de los habitantes que habitan sus riberas. Lo que unos llamamos un río, un ciclo natural que va y viene entre el mar y la montaña, por momentos en estado líquido y, por otros en estado de nubes o de lluvia, otros lo ven como una fuerza adecuada y necesaria para mover turbinas que a su vez moverán máquinas que producirán cosas o llevarán el alma del río a otro lado donde otros usarán el volumen que no desperdician y la devolverán parcialmente, no siempre limpia, a otro río.
4. Además, si no aprovechamos esta “ventana de oportunidad”, nos dicen ahora, el agua se desperdiciará. ¿Se puede desperdiciar el agua, si su esencia es recorrer, su ciclo de la montaña al mar, del mar a la montaña? En su caminar, por aquí se convierte en mangos, por allá en acamayas. En sus aguas bravas saltan intrépidamente niños y jóvenes venidos, dándole con su alegría un empleo a sus guías. Al final de su caminar, en el litoral, las aguas se convierten en caña, en manglares donde se casan con el agua de mar para la gran felicidad de camarones, cangrejos y pescadores.
Por estas razones, este número especial de El Jarocho Cuántico está dedicado a la problemática que conlleva el proyecto de construir decenas de presas en cuencas de los numerosos ríos que corren por el estado de Veracruz. Se ofrecen diversos puntos de vista que esperamos contribuyan a fortalecer la conciencia ciudadana en cuanto a la importancia que para la vida de los veracruzanos revisten los ríos y su cuidado.
* Luisa Paré
Antropóloga social, investigadora
del Instituto de Investigaciones Sociales
de la UNAM, SNI nivel III, Consejo
Directivo de Sendas AC, miembro de la
Mesa Directiva del Consejo Civil Mexicano
para la Silvicultura Sostenible
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