El medio ambiente es desde hace mucho tiempo una víctima silenciosa de la guerra y los conflictos armados. Desde la contaminación de la tierra y la destrucción de los bosques hasta el saqueo de los recursos naturales y el colapso de los sistemas de ordenación, las consecuencias ambientales de la guerra son a menudo generalizadas y devastadoras, afirmó Ban Ki-moon, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, al conmemorar el «Día Internacional para la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados»
Los conflictos armados son cada vez más complejos y exigen soluciones que aborden las causas fundamentales, refirió, para enseguida señalar que «es indispensable que las cuestiones de la pobreza, la vulnerabilidad a las perturbaciones debidas al clima, la marginación de grupos étnicos y la gestión transparente, sostenible y equitativa de los recursos naturales se examinen en el marco de los acuerdos de paz y de forma paralela a estos si queremos construir sociedades más resilientes y prósperas».
Pidió a los lideres del mundo que en este día internacional, «reafirmemos nuestro compromiso de proteger el medio ambiente contra los efectos de la guerra y prevenir futuros conflictos por los recursos naturales» y apuntó que esos desafíos son aun más urgentes ahora que la comunidad internacional está formulando la agenda para el desarrollo sostenible después de 2015.
Para lograrlo mencionó que «debemos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición, desde el diálogo y la mediación hasta la diplomacia preventiva, para evitar que la explotación insostenible de los recursos naturales alimente y financie los conflictos armados y desestabilice los frágiles cimientos de la paz».
Así, clamó para que «aratemos de encontrar soluciones que incluyan una participación significativa de las comunidades locales y aprovechen nuestros conocimientos colectivos para promover una buena ordenación del medio ambiente como parte integrante de la consolidación de la paz y el desarrollo sostenible».
El Día Internacional para la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados
Aunque la humanidad siempre ha contado sus víctimas de guerra en términos de soldados y civiles muertos y heridos, ciudades y medios de vida destruidos, con frecuencia el medio ambiente ha sido la víctima olvidada. Los pozos de agua han sido contaminados, los cultivos quemados, los bosques talados, los suelos envenenados y los animales sacrificados para obtener una ventaja militar.
Para concienciar sobre este asunto, la Asamblea General declaró el «Día Internacional para la prevención de la explotación del medio ambiente en la guerra y los conflictos armados», el cual se celebrará el 6 de noviembre de cada año (resolución 56/4).
Además, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que en los últimos 60 años al menos el 40% de los conflictos internos han tenido alguna relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por ser considerados de «mucho valor», como madera, diamantes, oro, minerales o petróleo, como por ser escasos, por ejemplo, la tierra fértil y el agua. Cuando se trata de conflictos relativos a los recursos naturales se duplica el riesgo de recaer en el conflicto.
Las Naciones Unidas concede gran importancia a garantizar que la actuación sobre el medio ambiente es parte de la prevención de conflictos, del mantenimiento de la paz y de las estrategias de consolidación de la paz, porque no puede haber paz duradera si los recursos naturales que sostienen los medios de subsistencia y los ecosistemas son destruidos.