Baño público en Pachacutec, Perú- Mónica Tijero, Banco Mundial

Baño público en Pachacutec, Perú- Mónica Tijero, Banco Mundial


Los retretes salvan vidas porque evitan que a través de las heces humanas se propaguen enfermedades mortales. Sin embargo, 4,500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura, apunta la Organización de las Naciones Unidas en la celebración del Día Mundial del Retrete, el cual se estableció apenas en 2013, cada 19 de noviembre»para concienciar acerca de la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que la resuelvan».

Para 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en concreto el ODS 6, tiene por fin hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, reducir a la mitad las aguas no tratadas y aumentar su reutilización.

Para alcanzar estas metas, es necesario que los excrementos humanos sean depositados, transportados, tratados y eliminados de una manera segura y sostenible. Miles de millones de personas en todo el mundo carecen de sistemas de saneamiento o no son efectivos. Como consecuencia, los avances en el ámbito de la salud y la disminución de la mortalidad infantil se ven gravemente perjudicados.

Asimismo, agua y saneamientos deficientes le cuestan a los países en desarrollo unos 260 000 millones de dólares al año, es decir, el 1,5 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB). Por el contrario, cada dólar invertido en esta área genera cinco gracias a la mejora de la salud y la productividad de las personas.

¿Dónde van las heces?

En 2017, la celebración del Día Mundial de Retrete se centra en el tratamiento de las aguas residuales, al igual que el pasado Día Mundial del Agua. En este contexto, nos hacemos la pregunta «¿Dónde van las heces?».

Si hay algo que compartimos todos los habitantes del planeta es la necesidad de defecar. Sin embargo, dependiendo de dónde vivamos, las heces se gestionan de manera diferente.

Debido a la falta de sistemas de saneamiento, o su mal funcionamiento, los excrementos humanos de miles de millones de personas vuelven al medio ambiente sin haber sido tratados y propagan enfermedades mortales. Las aguas residuales no depuradas acaban contaminando los ríos y los mares, hasta el punto que dejan de ser lugares salubres para la pesca o las actividades recreativas.

Para alcanzar el ODS 6, es necesario que las heces pasen por un proceso compuesto por cuatro fases:

  1. Depósito: Las heces deben depositadas retretes higiénicos y almacenadas en fosas o contenedores herméticos, de manera que los excrementos no entren en contacto con las personas.
  2. Transporte: Tuberías o servicios de vaciado de letrinas para llevar las heces a la fase de tratamiento.
  3. Tratamiento: Las heces deben ser tratadas y convertidas en aguas residuales y deshechos depurados para que se puedan volver al medio ambiente sin que supongan un riesgo para la salud pública.
  4. Eliminación y reutilización: Las heces, una vez tratadas correctamente, se pueden reutilizar como combustible o fertilizante.

 

La declaración inicial del

Día Mundial del Retrete

Con la intención de acabar con los tabúes acerca de los retretes y convertir el saneamiento en una prioridad de desarrollo mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de noviembre el Día Mundial del Retrete.

La resolución que declara el Día, titulada «Saneamiento para todos» (A/RES/67/291) Documento PDF fue aprobada el 24 de julio de 2013 y pedía a los Estados Miembros y a las partes interesadas a promover cambios de conducta y la implementación de políticas que aumenten el acceso al saneamiento entre los grupos más desfavorecidos, así como un llamamiento a finalizar la práctica de la defecación al aire libre, que se considera extremamente peligrosa para la salud pública. El saneamiento es también una cuestión básica de dignidad y de seguridad para las mujeres, quienes no deberían exponerse a ser violadas o abusadas debido a la ausencia de retretes que ofrezcan privacidad.

La resolución también reconoce la función de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales desempeñan en la concienciación sobre este tema. Asimismo, urge a los países a que aborden la cuestión del saneamiento ampliamente, de manera que incluya la promición de la higiene, la provisión de servicios básicos, alcantarillado, depuración y reutilización de las aguas residuales dentro del marco de la gestión de aguas.

El Día Mundial del Retrete ya se venía celebrando por las organizaciones civiles e internacionales por todo el mundo antes de que fuera oficialmente reconocido por las Naciones Unidas en 2013.

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