El secreto de Stonehage, la misteriosa estructura de piedras colocadas en forma concéntrica, una de las reliquias más enigmáticas del mundo antiguo, puede ser develado con el descubrimiento hecho en sus profundidades, donde hay unos 15 monumentos enterrados debajo y en las cercanías de la milenaria formación de rocas ubicado cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire, en Inglaterra.
Los miembros del The Stonehenge Hidden Landscape Project (Proyecto de Paisajes Ocultos del Stonehenge), un equipo de investigadores británicos y austriacos, durante cuatro años sondearon cuatro kilómetros cuadrados de la superficie del área con magnetómetros GPS y georradares para realizar un mapa 3D, sumamente detallad,o del entorno de Stonehenge.
Inicialmente concluyeron que ahí se desarrollaron muchas más actividades que las meramente religiosas, que se creían previamente, tras el descubrimiento de los nuevos monumentos.
Entre los grandes descubrimientos, se ubica un monumento recién identificado como \’Cursus\’ y un antiguo canal que lo divide; “Cursus” se alinea con la salida del sol durante los equinoccios de primavera y otoño; se considera que el canal podría ser un medio para quienes se dirigían hacia el centro de Stonehenge de manera ceremonial, informó Vince Gaffney, arqueólogo de la Universidad de Birmingham en Inglaterra, quien es el principal investigador del proyecto,.
Los descubrimientos cambian completamente la consideración de la zona, donde se incluye un anillo de piedras de cuatro mil años de antigüedad, que se ubica en Wiltshire, al sur de Inglaterra.
Los 15 monumentos subterráneos, localizados en una superficie de cuatro kilómetros cuadrados, están a la espera de ser desenterrados, y serían nuevos henges (bloques de piedra ovalados), zanjas y hoyos.
Por último, los responsables del estudio han encontrado dos “pozos” en las praderas próximas a Stonehenge, dos hoyos que en los días más largos del año coinciden con la salida y la puesta de sol, formando con el conjunto monolítico un triángulo casi perfecto.
El agujero correspondiente al amanecer se podía ver desde el monumento, pese a que está a más de un kilómetro de distancia. No ocurre lo mismo con el “pozo” correspondiente al atardecer –situado a kilómetro y medio– y que solo sería visible de realizar algún tipo de hoguera en él.
Este hallazgo apunta Vince Gaffney, demuestra que la actividad alrededor de Stonehenge va más allá de lo que en un principio se había imaginado.
La tecnología usada
De acuerdo con un comunicado del Instituto Arqueológico Ludwig Boltzmann de Viena, uno de los participantes en este estudio, las tecnologías usadas para este descubrimiento (una variedad de técnicas, como radar de penetración de tierra y escaneo láser 3D) destacan por ser mucho menos destructivas que las técnicas excavadoras y exploratorias tradicionales.
Por el momento, la consideración es que estos 15 “nuevos” bloques de piedra habrían llegado (como el resto del conjunto) desde el norte de Gales, situado a unos 170 kilómetros de distancia. Un traslado que, si tomamos en cuenta que el Stonehenge data aproximadamente del año 2,600 antes de Cristo –en el período Neolítico– debió ser todo un acontecimiento para los habitantes de la época.
El segundo descubrimiento acentúa el carácter religioso de Stonehenge.
Desde 2008 se había apuntado que este monumento de roca fue durante siglos un lugar de peregrinación. Por los restos humanos enterrados a su alrededor, se pensó en la posibilidad de que el conjunto fuera una especie de santuario curativo.
Las conclusiones definitivas serán expuestas dentro de dos semanas en el Festival de Ciencia de Birmingham, aunque algunas de ellas ya se han hecho públicas en la revista oficial del Instituto Smithsonian, un grupo de centros de investigación asentados en Washington.