Pájaro carpintero Ivory-billed o Pico de marfil, Campephilus principales- John James Audubon, 1827-1838

Pájaro carpintero Ivory-billed o Pico de marfil, Campephilus principales- John James Audubon, 1827-1838


El 3 de junio de 2004 se anunció el avistamiento de un espécimen del pájaro carpintero “Ivory-billed” (“Pico de marfil) “Campephilus principales”, en un bosque de Arkansas, en Little Rock, Estados Unidos, el cual previamente se creía estar extinguido, pues antes de esto la última vez que se había reportado su presencia fue en 1944.

El zoólogo John Fitzpatrick, de la Universidad de Cornell, Wisconsin, y su equipo, mencionaron que los pájaros carpinteros tendrían unas 50 centímetros de alto y unas alas de 7,8 centímetros de largo.

Se sabe que desde antes de la colonización, esta especie era cazada por los nativos norteamericanos, ya que le otorgaban poderes mágicos, tanto a sus plumas como a su esqueleto. Testimonio de ello, son los numerosos esqueletos encontrados en las tumbas de los indígenas de la región, lo que confirma su carácter sagrado.

Los carpinteros reales habitan en pantanos con bosques densos de árboles de madera dura así como bosques de pinos con grandes cantidades de árboles muertos o enfermos. Antes de la Guerra Civil Estadounidense, gran parte de los estados sureños de los Estados Unidos estaban cubiertos por grandes extensiones de este tipo de bosques que eran adecuados para el ave. En aquel tiempo, el Carpintero real se extendía desde el este de Texas hasta Carolina del Norte y desde el sur de Illinois hasta Florida y Cuba. Después de la guerra civil, la deforestación, a manos de la industria maderera, de millones de hectáreas en el sur dejó únicamente islas separadas en las que el hábitat era adecuado para la presencia del ave.

El carpintero real se alimenta principalmente de larvas de escarabajos que viven en la madera aunque también se alimenta de semillas, frutas y otros insectos. El ave normalmente emplea su enorme pico blanco para martillear, calzar y pelar la corteza de árboles muertos para encontrar los insectos. Una pareja reproductora necesita alrededor de 25 km cuadrados para encontrar suficiente comida como para alimentarse ellos y la prole. De este modo, los carpinteros reales viven con densidades de población muy bajas incluso en poblaciones sanas.

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