México es el cuarto productor principal de miel y el quinto mayor exportador de miel en el mundo. Un investigador del Smithsonian y sus colegas ayudaron a los agricultores rurales de México para cuantificar el polen de soya genéticamente modificado (OMG) en muestras de miel rechazadas para la venta en Alemania. Sus resultados aparecieron en la revista electrónica Scientific Reports.
David Roubik, científico permanente senior en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y sus colegas, desarrollaron la capacidad de identificar los granos de polen en la miel en Panamá y en México durante los años 80 y 90, cuando estudiaron los efectos de la llegada de las abejas africanizadas en las abejas nativas. “Nadie más puede hacer este tipo de trabajo en el ‘gran campo’ y estar seguros de que lo que están observando son granos de polen de soya”, comentó Roubik. Ellos descubrieron que seis muestras de miel provenientes de nueve colmenas en la región de Campeche contenían polen de soya, además de polen de muchas especies de plantas silvestres. El polen provenía de cultivos cerca de las colonias de abejas en varios apiarios pequeños.
Debido a estrictas normativas europeas, los agricultores rurales de la península de Yucatán en México enfrentan significativos recortes en los precios o rechazo total de su cosecha de miel cuando su producto contiene el polen de los cultivos de Organismos Modificados Genéticamente (OMG) que no son para el consumo humano. Las autoridades agrícolas regionales, por otra parte, parecen ignorar que las abejas visitaron plantas de soya en floración para recolectar néctar y polen.
“Por lo que pudimos determinar, cada tipo de OMG de soya cultivada en Campeche está aprobada para el consumo humano”, comentó Roubik. “Pero los importadores de miel a veces no hacen análisis más profundos para corresponder los granos de polen OMG con su fuente.”
Para probar la miel de polen OMG, los investigadores del Smithsonian, el Colegio de la Frontera Sur la Universidad Autónoma de Yucatán y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agropecuarias y Pecuarias enviaron las nueve muestras al laboratorio Intertek en Bremen, Alemania para el análisis genético. Dos muestras dieron positivo para el polen OMG.
“Interpretamos cautelosamente estos resultados como significativos para otras partes de México donde se encuentra unas cinco veces la soja OMG cultivada en Campeche y la apicultura está viva y en buen estado, sin mencionar al resto del mundo”, comentó Roubik. “Las colonias de abejas actúan como indicadoras ambientales muy sensibles. Las abejas de una colonia pueden recolectar néctar y recursos del polen de flores en un área de 200 kilómetros cuadrados. Con una economía basada en la agricultura de subsistencia asociada a la producción de miel, las implicaciones sociales de este cambio en el estatus de la miel son propensos a ser contenciosos y tener profundas implicaciones para la apicultura en general”.