El 26 de julio de 1803, en Gran Bretaña, inició servicios la primera línea férrea pública del mundo tirada por caballos para transportar mercancías, entre las localidades de Wandsworth y Croydon, al sur de Londres, la “Surrey Iron Railway”, construida por William Jessop.
Los usuarios deberán aportar sus caballos y vehículos.
La primera línea pública de pasajeros se inaugurará en 1806 en el sur de Gales y será, asimismo, de tracción animal.