El Programa Internacional L’Oréal-UNESCO For Women in Science, creado hace 15 años con el objetivo de hacer de la ciencia una profesión más accesible para las mujeres, ha elegido en su última edición a cinco científicas de diversas partes del mundo y ha premiado sus investigaciones en el área de las ciencias físicas
Las investigadoras, que trabajan en ámbitos que van desde el cambio climático a las enfermedades neurodegenerativas y las nuevas fuentes de energía, han recibido una suma de 100.000 dólares –77.800 euros– cada una.
Según explicó Irina Bokova, directora general de la UNESCO en la ceremionia celebrada el pasado jueves en la Universidad de la Sorbona, en París, “sus investigaciones pioneras han cambiado la forma de pensar en varias áreas de las ciencias físicas y han abierto nuevas fronteras en ciencia y tecnología. Además, sus descubrimientos tienen el potencial de transformar nuestra sociedad”.
En esta edición, el jurado iinternacional independiente ha estado presidido por el profesor Ahmed Zewail, premio Nobel de Química en 1999, y Linus Pauling, catedrático de Química y profesor de Física en el California Institute of Technology (EE UU).
Una de las premiadas ha sido Francisca Nneka Okeke –laureada por África y los estados árabes–, de la Universidad Nsukka (Nigeria), que ha sido elegida por su contribución a la compresión de las variaciones diarias de las corrientes iónicas en la atmósfera superior.
La profesora Reiko Kuroda, de la Universidad Científica de Tokio (Japón), –representante de Asia y zona Pacífico– ha sido galardonada por su descubrimiento de la diferencia entre las moléculas quirales, que tiene aplicaciones sobre enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
El jurado ha seleccionado también a Pratibha Gai –laureada por Europa–, de la Universidad de York (Reino Unido), que ha logrado observar las reacciones químicas que se producen en los átomos de la superficie de catalizadores para ayudar al desarrollo de nuevos medicamentos y fuentes de energía.
Enfriar moléculas
Otra de las elegidas ha sido Marcia Barbosa –como representante de Latinoamérica– procedente de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Porto Alegre (Brasil), quien ha sido premiada por su descubrimiento de una anomalía en el agua. El hallazgo podría conllevar una mejor comprensión de cómo ocurren los seísmos y de cómo se repliegan las proteínas, lo que, según el jurado, puede resultar esencial para el tratamiento de ciertas enfermedades.
El trabajo de Deborah Jin –laureada por Norteamérica– ha sido también reconocido por el programa L’Oréal-UNESCO. Esta profesora, de la Universidad de Colorado (EE UU), ha sido premiada por ser la primera científica en enfriar las moléculas hasta lograr observar reacciones químicas al ralentí. La investigación podría contribuir a mejorar el conocimiento de los procesos moleculares, importantes para la medicina y el descubrimiento de nuevas fuentes de energía, señalan los organizadores.
Por otro lado, Devi Stuart-Fox, del departamento de Zoología de la Universidad de Melbourne (Australia), ha sido premiada con la beca especial Tras los pasos de Marie Curie. Stuart-Fox está especializada en el papel del color en la comunicación animal. Esta bióloga evolucionista espera que su trabajo pueda algún día ayudar a aclarar cómo el cerebro procesa la información proveniente de los sentidos.