La aparición de pasto común en la Antártica, proveniente de otros continentes, provoca una disminución de la biomasa y del rendimiento fotosintético de dos especies vasculares nativas de la zona, el clavel y el pasto antártico, según un estudio científico citado hoy por la prensa chilena.
Los resultados de la investigación titulada «Aparición de hierbas anuales exóticas en la Antártica Continental y sus efectos negativos en plantas nativas», fueron publicados originalmente por la revista científica estadounidense «Conservation Biology».
Los expertos buscaron la presencia de «Poa annua» (pasto común) en 13 sitios en las islas de la Antártica y en 12 lugares en la península antártica.
«Poa, limita o impide la adquisición de recursos o los utiliza de manera más rápida que las especies nativas estudiadas, lo cual lo hace mejor competidor», explicó el doctor Marco A. Molina-Montenegro, del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (CEAZA) de Chile y autor principal de la publicación.
Según el científico, es muy difícil erradicar este pasto, ya que cada vez se está expandiendo en abundancia y espacio.
El estudio afirma que los lugares donde el pasto se ha establecido en la Antártica se correlacionaron con las principales rutas marítimas de expediciones científicas y de cruceros turísticos a esa región.
«Creemos que si los actuales niveles de actividad humana y el calentamiento regional persisten, es probable que más especies de plantas exóticas colonicen la Antártica y afecten a las especies nativas», alertaron los investigadores.