El teleférico entre las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto, que será la mayor red urbana de transporte por cable del mundo, prestará servicios a la población a partir del primer trimestre de 2014, anunció hoy el ministro boliviano de Obras Públicas, Vladimir Sánchez.

     Este «gigantesco» emprendimiento es una realidad y avanza en los plazos establecidos, con fecha de conclusión en febrero del próximo año, indicó el funcionario.

     El proyecto del teleférico tendrá un costo de 234 millones de dólares y contará con 427 cabinas que transportarán en promedio 20.000 pasajeros cada hora a lo largo de unos 36 kilómetros de trayecto en 11 estaciones, las cuales estarán instaladas entre La Paz y El Alto.

     Explicó que cada cabina tiene una capacidad para 10 personas y que las tres líneas (rojo, amarillo y verde) funcionarán 17 horas al día.

     Agregó que sólo la línea verde trasladará unos 180.000 pasajeros que se mueven de la zona Sur al Centro y de este sitio a la ciudad de El Alto.

     AVANCE DE 65%

     El sistema electromecánico del teleférico La Paz-El Alto, es decir la estructura de acero, motores, conexiones electrónicas y dispositivos de seguridad, tiene 65 por ciento de avance, informó el coordinador de programa, César Dockweiler.  

     Este emprendimiento tendrá 11 estaciones y 74 torres distribuidas en los 10.377 metros de longitud del sistema.

     «Hay partes ensambladas que están a punto de ser enviadas a La Paz. Hay otros elementos como cables y cabinas que también tienen importantes avances», agregó Dockweiler.

     El jefe de montaje de la empresa austriaca Doppelmayr en La Paz, encargada del proyecto, Jürgen Fassler, dijo que en las próximas tres semanas saldrán los primeros cargamentos a la ciudad sede del gobierno boliviano con las estructuras de acero de las estaciones, chapas, soldaduras, torres y trenes de ruedas.

     Se calcula que la torre más alta tendrá una altura de 45 metros, mientras que la más pequeña llegará a sólo 9,5 metros.

     El gerente de Electromecánica de Doppelmayr en Bolivia, Rubén Alcober, calculó que en las próximas tres semanas saldrán las primeras piezas grandes del teleférico.

     Hace una semana se anunció el arribo a La Paz de 12 toneladas de tornillos y otros equipos.

     Alcober dijo que los equipos serán llevados de la ciudad austriaca de Wolfurt a Bremen, Alemania, desde donde serán enviados en contenedores por vía marítima hasta al puerto chileno de Arica.

     De ahí serán trasladados a la población de Patacamaya, donde los equipos serán almacenados en la zona franca hasta que se requiera su instalación en La Paz.

     Los últimos materiales que la Doppelmayr despachará a Bolivia serán las cabinas y el sistema eléctrico.

     No se descarta instalar una muestra de la cabina en la ciudad para que los paceños se familiaricen con ella.

     12 MOTORES ADICIONALES

     Alcober dijo que el teleférico tendrá 12 motores adicionales que servirán para evitar que las cabinas se detengan en caso de que ocurra algún problema con el sistema eléctrico.

     «Cada motor funcionará con 2.000 litros de diésel. Son completamente independientes y se acoplan al sistema directamente en caso de una emergencia de cualquier tipo, y permiten reducir la velocidad de las cabinas», explicó.

     El teleférico, que prevé además ser un atractivo turístico, funcionará con energía eléctrica y se calcula que en horas tope utilizará 4.500 megawatts, lo cual equivale al consumo de 2.000 casas de la ciudad de La Paz.

     El tiempo estimado de viaje es de 10 minutos en el primer ramal, 13,5 minutos en el segundo y 16,5 minutos en el tercero.

     Las obras civiles del teleférico de las ciudades de La Paz-El Alto comenzaron el 3 de abril pasado en predios de la Empresa Nacional de Ferrocarriles (Enfe).

     SE EVITARA EL BALANCEO

     Las 427 cabinas del teleférico La Paz-El Alto tendrán un dispositivo amortiguador en el brazo que las une al cable para evitar que se balanceen por el movimiento de los pasajeros o los fuertes ventarrones otoñales.

     El gerente de Electromecánica de la empresa Doppelmayr en Bolivia, Alcober, explicó que ésta es una de las características de las cabinas que están en proceso de fabricación en Austria.

     «Las cabinas se pueden mover un poco, pero los amortiguadores en cada estructura evitarán que los balanceos sean bruscos», añadió.

     La estructura base es de aluminio, y a los cuatro lados cuenta con una especie de pilares que darán forma rectangular a la cabina, sobre la que se colocarán planchas de policarbonato que tienen un aspecto abombado.

     El espesor de cada una de estas láminas es de cinco centímetros.

     El policarbonato es un termoplástico que presenta una resistencia extremadamente elevada al impacto, gran transparencia y rigidez, alto aguante a la deformación térmica, estabilidad dimensional y buenas propiedades de aislamiento eléctrico.

     El personal a cargo del control deberá impedir el ingreso de otras personas a las cabinas en caso de que un usuario traslade cargamento adicional, con el fin de evitar el exceso de peso.

     La velocidad de avance de cada una de las cabinas es de cinco metros por segundo, pero en las paradas se reducirá a un metro por segundo.

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