Cuando comenzó la Era Espacial, no existía la “interfaz gráfica del usuario”. Los astronautas interaccionaban con sus aparatos electrónicos utilizando únicamente perillas e interruptores de palanca. Era una época diferente.
Pero adelantemos rápidamente hasta el año 2015.
Las perillas y los interruptores de la década de 1950 han sido reemplazados por una cabina de mando vidriada, donde la mayoría de las tareas de comando se llevan a cabo a través de controles regidos por un software. Las antiguas torsiones y giros pronto pueden ser reemplazados por una compleja combinación de golpecitos, toques y giros hechos con la punta de los dedos.
En la Estación Espacial Internacional, mediante el experimento denominado Fine Motor Skills, observan cómo la exposición prolongada a la microgravedad afecta el desempeño en las tareas que requieren habilidades motoras finas.
“Muchas tareas que se llevan a cabo en el interior de una nave espacial moderna involucrarán habilidades motoras finas, como el tipeo o la interacción con una pantalla táctil de computadora”, dice Kritina Holden, quien es la principal investigadora del experimento denominado Fine Motor Skills (Habilidades Motoras Finas, en idioma español), el cual ya está en camino en la Estación Espacial Internacional (International Space Station, en idioma inglés). “En el futuro, los astronautas utilizarán computadoras portátiles para llevar a cabo muchas tareas, entre las que se incluyen: el mantenimiento, la capacitación, los tratamientos médicos, las tareas relacionadas con la ciencia, la confección de horarios y la planificación”.
Se sabe que la microgravedad puede tener un efecto perjudicial sobre el cuerpo humano (atrofia muscular, debilitamiento de huesos y funcionamiento inadecuado del sistema inmunitario). ¿También se ven afectadas las habilidades motoras finas?
El experimento Fine Motor Skills tiene como objetivo averiguarlo.
“En verdad, no hemos detectado problemas. Pero este tipo de desempeño ciertamente no ha sido medido sistemáticamente en el espacio”, dice Holden, quien trabaja en Lockheed Martin, en Houston, Texas. “Algunos experimentos han demostrado que lleva más tiempo realizar las tareas en microgravedad que en el suelo, pero todavía ningún estudio ha considerado los tipos de pruebas que se incluyen en esta investigación”.
El experimento Fine Motor Skills estudia los efectos que tiene la exposición prolongada a la microgravedad sobre el tipo de desempeño en las tareas que requieren habilidades motoras finas, las cuales son necesarias para interaccionar con dispositivos basados en computadoras, como las computadoras que poseen formato de tableta, con pantallas táctiles. Los miembros de la tripulación realizarán cuatro tipos de tareas en un iPad: apuntar, arrastrar, trazar formas y rotar.
“Nuestra verdadera preocupación es asegurarnos de que los miembros de las tripulaciones futuras puedan usar con precisión sus dispositivos informáticos ubicados a bordo y también que los puedan emplear sobre una superficie planetaria después de un largo viaje, por ejemplo, a Marte”.
Imagine lo que podría suceder si una tarea manual incorrecta no permitiera que un astronauta revisara con precisión el sistema de soporte vital en una nave espacial del futuro.
“Si hallamos fallas en el desempeño en este estudio de larga duración, quizás necesitemos desarrollar algunos ejercicios o tareas de práctica para conservar el alto nivel de precisión en las tareas motoras finas”, explica Holden.
Este experimento también podría beneficiar a las personas en la Tierra. Holden considera que si la batería de pruebas de las Habilidades Motoras Finas funciona bien para medir el desempeño de los astronautas en el espacio, también podría ser una gran herramienta para medir el desempeño al regresar a casa. Por ejemplo, se podría usar para ver qué porcentaje de las habilidades motoras finas perdió un paciente con Parkinson o un paciente con daño cerebral en comparación con una persona sana.
“Asimismo, podría suceder que una o más de estas tareas, si se las realiza con frecuencia, pudieran servir como una herramienta para la rehabilitación de las habilidades motoras finas. Recientemente, el equipo fue contactado por el departamento de terapia ocupacional de una universidad, el cual estaba interesado en trabajar mancomunadamente con el fin de desarrollar algunas de estas ideas”.
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Autor: Ferris Molina | Traducción al Español: Angela Atadía de Borghetti Editora en Español: Angela Atadía de Borghetti Formato: Angela Atadía de Borghetti |