Una mirada “En corto” penetra a los rincones del amor, nuestros sueños, los miedos universales y se da tiempo para pasear su vista por Veracruz.
En corto, es una muestra itinerante de cortometrajes realizados por jóvenes directores veracruzanos, que se compromete con la conciencia ciudadana al tocar temas como el tabaquismo, además de que nos traslada al goce de nuestra propia cultura explorando espacios de la historia desconocidos para muchos.
Una mirada en corto ha recorrido varias pantallas del país como el Museo del Chopo y centros culturales en Tuxpan, Veracruz y en la Universidad de Xalapa.
El viaje comienza con Fumar puede matar, un cortometraje que aborda desde una perspectiva desconocida a quienes padecen tabaquismo, una adicción que no sólo daña a quienes fuman, sino también a los que les rodean… “mis padres lo han hecho toda la vida” en esta frase su realizador engloba la indiferencia de los ciudadanos, ante una problemática que ha sido borrada de la discusión pública por ser permisible.
La nave da un vuelco de ciento ochenta grados cuando Marc Nadal nos presenta en “Ante la araña”, a una chica temerosa que decide rebelarse contra su propia madre después de ser atormentada por ella toda su vida.
Nadal nos sugiere el poder de la poesía para sanar el interior y escapar de una realidad avasallante que no siempre es la que se quisiera vivir.
A través de miedos universales como son la oscuridad, las arañas y la claustrofobia, Nadal nos hace horrorizarnos de la doble moral de nuestra sociedad.
El documental también estuvo presente en esta muestra; Salvador Valdez nos lleva a un recorrido por paisajes cotidianos donde la música es parte de la rutina. Don Lamberto, Don Ismael y Doña Olga son quienes tocan la música de la calle, sin notas ni partituras, sólo con la sabiduría de la práctica y su avanzada edad.
Para finalizar llegamos hasta el puerto de Tuxpan, Veracruz donde Fidel Castro y una tripulación de 82 personas más, zarpó para dar inicio a la Revolución Cubana en 1955.
“El cuate” nos cuenta la historia del Granma, el famoso yate en el que viajó el líder de la Revolución Cubana. Narra con una voz cansada que fue una embarcación comprada en abonos que le serviría para el trabajo, pero cuando Castro la vio, le pidió que se la vendiera para regresar a su tierra natal.
Esta muestra itinerante seguirá su curso, con el objetivo de acercar a los jóvenes estudiantes e interesados en el cine y la fotografía, a los creadores que ya exponen sus primeros trabajos.