El Cabildo de Fuerteventura, en colaboración con todos los ayuntamientos de la isla, desconectó ayer el alumbrado público de seis localidades como acto simbólico dentro de la Campaña de la pardela, que el Gobierno canario desarrolla desde hace más de 15 años para proteger a esta ave. 

El Apagón por la pardela es una iniciativa cuyo objetivo es que los pollos de esta especie, declarada Ave del año 2013, que en esta época levantan el vuelo, no se desorienten a consecuencia de la contaminación lumínica proveniente de las localidades costeras y lleguen sin obstáculos hasta el mar. 

Es el tercer año que se realiza el apagón, pero el primero que se hace de forma simultánea en todos los municipios de la isla, como parte de una campaña de protección que culmina con el periodo en que el desarrollo final de los ejemplares corre mayor riesgo, cuando las crías, que en condiciones normales se orientan con la luz de la Luna, abandonan el nido.

Tras ser localizadas, recuperadas y anilladas por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, 37 crías o «pollos» de pardela (Calonectris diomedea) alcanzaron su medio natural, el hábitat marino, con la liberación celebrada en el entorno de Montaña Roja, dentro del Parque Natural de las Dunas de Corralejo. Se trata de la mayor suelta de pardelas realizada hasta el momento en más de diez años de Campaña de La Pardela.

La consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora, como titular del área que coordina la Campaña de La Pardela a nivel insular, explicó que «todos estos ejemplares fueron localizados este fin de semana gracias al servicio de vigilancia que cuenta con la participación de la Guardia Civil, la Policía Local y nuestros agentes de Medio Ambiente, y por supuesto a la implicación de vecinos y particulares que se preocupan por alertar a las autoridades cuando encuentran algún ejemplar en dificultades para volar».

En estas fechas, entre los meses de octubre y noviembre, y especialmente ahora en que coincide la ausencia de la luz de la luna -que se encuentra en torno a su fase nueva- con la existencia de fuentes de luz artificial en los núcleos urbanos cercanos a la costa, ocurre que los pollos de pardela que se guían por la luz lunar se desorienten y encuentren dificultades para realizar el primer vuelo de su vida hacia el mar.

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