Gabriela Ramos

Gabriela Ramos


El 60 por ciento de la población en México, vive en la precariedad y se sienten alejados del desarrollo, lamentó Gabriela Ramos, directora del Gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el Seminario sobre Gobernanza para el Crecimiento Incluyente.

 

Que más de la mitad de la población no posea los medios o recursos suficientes para tener una vida digna, “ha generado una total desvinculación con las instituciones, que haya una falta de confianza y que eso se refleje en resultados electorales bastante complicados que hemos tenido en muchos de los casos recientes y no tan recientes en Europa”.

 

De esta forma, comentó la también Sherpa (representante o negociadora) ante el G20, que es muy importante tratar generar  resultados que faciliten el buen gobierno, exista un equilibrio en el tema de los beneficios de crecimiento, pero asimismo que los gobiernos respondan a toda la sociedad y den acceso a todos.

 

“La OCDE, ha señalado que el crecimiento de la desigualdad en el ingreso ha alcanzado niveles altísimos. En la actualidad, los grupos de ingresos altos llegan a tener hasta de 10 veces más lo que ganan los grupos de ingresos bajos. Ese es un promedio, México está en el 24, Brasil está en el 55, Estados Unidos está en el 14. Y si medimos la desigualdad en temas de riqueza, pues eso llega a ser hasta 70 veces más”.

 

Aunque, Gabriela Ramos, mencionó que los países no deben sentirse abatidos por los resultados que genera la falta de inclusión, la falta de perspectiva y el hecho de que muchos de los grupos de bajo ingreso en los países de la OCDE en general se sientan totalmente excluidos; recalcó que es necesario empezar a trabajar con un enfoque profundo al desarrollo incluyente, que traiga como consecuencia, el buen gobierno.

 

“La inclusión de las mujeres es otro tema que siempre estamos en deuda, en todos los países de la OCDE, no hay uno solo que tenga equidad de género en los procesos públicos ni privados. Ahí no es solo una cuestión de calidad (…) Es una cuestión también de diversidad y de escuchar todas las voces”.

 

No obstante, para el buen gobierno, no solo es necesario el desarrollo incluyente, la gobernanza debe estar fundamentada en la transparencia y la integridad.

 

“La toma de decisiones es muy importante, buscar esta conexión con la sociedad civil, escuchar a todos los grupos que tienen algo que decir en la definición de políticas económicas. No solo quien tiene acceso a las tecnologías de la información, sino quien justamente aquellos que por medio de las diferentes formas que utilizan los gobiernos en la actualidad, incluyendo el Internet, para hacer consultas respecto de decisiones importantes en el quehacer nacional”, expuso la directora del Gabinete de la OCDE.

 

La transformación de México

 

Como respuesta, ante las necesidades urgentes que se requieren para un buen gobierno, las reformas estructurales en nuestro país, requieren ser implementadas en beneficio de todos los mexicanos, dijo por su parte la Secretaria de la Función Pública, Arely Gómez.

 

“México se encuentra en la transformación normativa y sistémica más profunda y ambiciosa de las últimas décadas, una transformación que inicia con las reformas estructurales impulsadas por el presidente de México”.

 

“La transformación surge también de una nueva realidad social de exigencia de un gobierno más abierto, más cercano y que sea integro en su actuar; es esta la tarea prioritaria en la que enfocaremos nuestras energías en los próximos dos años y que desde la Secretaria de la Función Pública, realizaremos con compromiso, en la conformación del Sistema Nacional Anticorrupción”.

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