En México, al menos 17 especies y subespecies de mamíferos y aves insulares exclusivas de las islas mexicanas se han extinguido, entre ellas la paloma de Socorro (Zenaida graysoni), que desapareció en estado silvestre en el período de 1972 a 1978, aunque cuenta con poblaciones en cautiverio en Europa y Estados Unidos. El “Proyecto de la Paloma de Socorro” encabezado por el doctor Juan Esteban Martínez del Instituto de Ecología (Inecol), y en el que participan más de 30 instituciones de 12 países, busca regresar a esta ave a su isla de origen.
La presencia de especies invasoras, en particular de mamíferos introducidos como gatos, ratas, cabras, borregos y cerdos, entre otros, ha sido la principal causa de la pérdida de biodiversidad insular, ya que estas especies depredan a las poblaciones nativas, compiten con ellas o destruyen su hábitat.
De acuerdo con el documento “Islas de México, un recurso estratégico”, del Instituto Nacional de Ecología, The Nature Conservancy, el Grupo de Ecología y Conservación de Islas A.C. y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, de las cerca 500 extinciones ocurridas en el planeta en tiempos modernos, el 75% ha sido de especies endémicas de islas y de ellas el 67% fueron causadas directamente por especies introducidas.
Un ejemplo de lo anterior sucedió en isla Socorro, la más extensa y con mayor diversidad biológica de las cuatro islas que conforman el Archipiélago de Revillagigedo, ubicado en el pacífico mexicano. En el artículo “Recursos naturales de la isla Socorro, Revillagigedo, México”, un grupo de investigadores, entre ellos Alfredo Ortega Rubio, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), señalan que durante el período en el que se extinguió la paloma de Socorro en la vida silvestre se introdujeron a la isla gatos domésticos, a los que se les atribuye el mayor impacto en la desaparición de esta ave.
“Aunado a la introducción de estos mamíferos exóticos se han detectado efectos negativos severos en la vegetación. Los borregos han sobrepastoreado la vegetación nativa y pisoteado grandes zonas hasta provocar erosión. Esta pérdida de la vegetación ha provocado cambios en la distribución y en la densidad de todas las especies animales en la isla”, se destaca en el mencionado artículo de 1992 –en el que participaron 19 investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas de Baja California Sur– cuyo objetivo fue contribuir al manejo apropiado del patrimonio natural, especialmente de la vida silvestre, de isla Socorro.
La paloma y su regreso a México
La paloma de Socorro se salvó de la extinción porque algunos ejemplares fueron sacados del Archipiélago de Revillagigedo. Algunos integrantes de la Academia de Ciencias de California en San Francisco realizaron tres expediciones a la isla Socorro, la primera en 1903, después en 1905 y una más en 1925; en la tercera expedición Edward Gifford capturó cerca de veinte palomas para criarlas en Estados Unidos, lo que posteriormente se extendió a Europa.
En 1987 el doctor Luis Baptista, de la Academia de Ciencias de California, fundó la Island Endemics Foundation para abrigar institucionalmente al proyecto de repatriación y reintroducción de la paloma de Socorro, y en 1988 concibió el “Proyecto Paloma de Socorro”, que sigue los lineamientos para la reintroducción de especies establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Asociación de Zoológicos y Acuarios. Entre los requerimientos se incluyen varios indicadores como lograr que las aves a introducir establezcan una población demográficamente viable, que sean genéticamente similares a las poblaciones originales, que logren reproducirse de manera autosuficiente, y que la red de reproducción se extienda a diversas instituciones, para así disminuir los riesgos de una pérdida total ante un evento catastrófico.
En 1996 el doctor Stefan Stadler, del Zoológico de Frankfurt, estableció formalmente el Programa Europeo para Especies en Peligro de Extinción. Este programa, de la Asociación de Zoológicos y Acuarios Europea, salvó de la extinción a la paloma de Socorro y constituye la columna vertebral de los esfuerzos por mantener una población viable en cautiverio. Al evaluar la constitución genética de las palomas que se mantenían en cautiverio se concluyó que estas en Estados Unidos se hibridizaron con otra especie del mismo género, y se determinó que las palomas europeas eran las más cercanamente emparentadas a las palomas capturadas por E. Gifford, por ello se convirtieron en el núcleo de los programas de cría y reintroducción.
Posteriormente, en el 2004, con el apoyo de la Secretaría de Marina se construyó la Estación de Reproducción en isla Socorro y en enero de ese mismo año se llevaron a cabo muestreos de palomas huilota y tortolitas de Socorro para evaluar la presencia de patógenos y enfermedades aviarias con el fin de prever el posible impacto en las palomas de Socorro una vez reintroducidas, explicó el doctor Juan Martínez.
En octubre de 2008, se exportaron varias palomas provenientes del Zoológico de Paignton, en el Reino Unido, al Zoológico de Albuquerque en Estados Unidos, y ahora esta ave se reproduce en cinco zoológicos de dicho país. Como parte de la etapa de conservación ex situ de la paloma de Socorro, en el 2013, los involucrados en el proyecto se encargaron de regresar al país a seis parejas de palomas, y Africam Safari se unió al proyecto. En este zoológico ubicado en Puebla se desarrolla un programa de crianza y reproducción de la paloma de Socorro.
Antes de comenzar el traslado de las palomas a la isla e iniciar el plan de cría y liberación in situ, es necesario restaurar el hábitat para tener la certeza de que las palomas serán liberadas en un sitio donde se han eliminado o mitigado los factores que actualmente ponen en riesgo su supervivencia. Con el apoyo de la fundación Mohamed bin Zayed y el Programa de Especies en Riesgo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el Inecol, el Instituto de Biología de la UNAM, Africam Safari y Endémicos Insulares, los investigadores lograron la germinación de cuatro especies de árboles nativos que se sembrarán y cultivarán de forma gradual en la isla.
“Son árboles frutales endémicos de isla Socorro como el guayabillo (Psidium socorrense) y el zapotillo (Bumelia socorrensis), y que además de alimento brindarán lugares de anidación a las palomas reintroducidas”, dijo Martínez, quien ha realizado estudios demográficos de especies de aves en peligro de extinción como el cenzontle de Socorro y la pardela de Revillagigedo.
El valor de las islas
Las islas, cayos, islotes, atolones, bancos, archipiélagos, arrecifes y otros cuerpos o sistemas insulares, son superficies naturales de tierra que están rodeadas de agua y a nivel del mar. En el caso de México, las islas están distribuidas a lo largo de todo el país y a la fecha se han registrado, de acuerdo con la página de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), aproximadamente mil 365 cuerpos insulares repartidos en toda la costa mexicana, con una superficie de 5 mil 127 kilómetros, lo que equivale al 0.3% del total del territorio nacional.
Nuestro país tiene una gran diversidad de islas, incluyendo las de origen continental o las oceánicas y distantes, como el archipiélago de Revillagigedo –que en 1994 fue declarado Reserva de la Biosfera– e isla Guadalupe. Y ante el acelerado deterioro de las costas continentales, las islas de México adquieren relevancia como sitios de anidación y refugio de aves marinas, mamíferos marinos y reptiles. Por lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas decidió dedicar el 22 de mayo de 2014, que es el día de la diversidad biológica, a la biodiversidad de las islas del mundo.
(AMC)