En México una tercera parte de la población ha padecido algún trastorno mental y al menos el 7% de la población infantil tiene trastornos mentales o de aprendizaje, señaló el doctor Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante su participación en una de las mesas de análisis realizadas en octubre como parte de los festejos por el 70 aniversario de la creación de El Colegio Nacional.

En el seminario La investigación para la salud: retos y perspectivas, el ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), señaló también que un problema nuevo de salud mental es el bullying en las escuelas, el cual creció un 500% en los últimos años.

Al referirse a la investigación en esta área del conocimiento, De la Fuente apuntó que “la creación del Instituto Nacional de Psiquiatría ‘Ramón de la Fuente Muñiz’ permitió que la investigación se profesionalizara; además, las contribuciones de investigadores mexicanos ha ido en aumento. Aunque el país tiene neurólogos notables, faltan psiquiatras. Yo creo que habrá una neurociencia clínica donde estas dos especialidades generen puentes comunicantes”, opinó el experto.

Conductas de riesgo

En otra de las mesas titulada Padecimientos relacionados con conductas de riesgo se reflexionó sobre cómo la conducta impacta el estado de salud; qué es lo que determina que las personas decidan tomar conductas de riesgo o proteger su salud con conductas saludables y, por otra parte, también cómo la conducta puede impactar la búsqueda de atención, la adherencia al tratamiento y el cumplimiento de prescripciones para preservar y mejorar su salud, dijo la doctora María Elena Medina Mora, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias y coordinadora de la mesa.

Durante su participación Medina Mora resaltó que una conducta de riesgo no va sola ya que va asociada a otras, por ejemplo, el consumo de alcohol se relaciona con el tabaquismo, la violencia y el suicidio. Comentó que el factor del medio ambiente es solo uno de los que se tendrían que analizar.

Por lo que respecta a las políticas de legalización de las drogas, comentó que “esto probablemente tenga muy poco impacto en el consumo, ya que no es una relación de uno a uno y eso lo tendríamos que tener muy claro cuando se piensa en el impacto de las políticas o lo que podemos esperar de las políticas, sería ideal que (las adicciones) pudieran abatirse fácilmente pero hay muchos otros factores que están asociados a ellas”.

La desigualdad social

Si hay algún problema de salud por atender en México son los problemas de salud mental y particularmente la depresión. Regularmente vemos a las personas como si tuvieran una sola enfermedad, pero eso en la realidad no pasa, y esta asociación entre tener un padecimiento de larga duración y tener una enfermedad mental es más común de lo que quisiéramos, y eso nos genera muchos problemas, fue una de las reflexiones finales del doctor Enrique Graue, director de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Graue comparó a la política de salud del país con la situación del Titanic, en el que se comienza por atender primero las mujeres y los niños; pero terminan siendo a los pasajeros de primera, luego los de segunda y luego los de tercera.

“El acceso a los tratamientos y al diagnóstico oportuno, está muy marcado por la condición social. En este sentido las políticas hacen una regresión en términos de que ‘el dinero sigue el dinero’, porque el dinero no sigue necesariamente las necesidades de salud y en ese sentido, es importante marcar que en las enfermedades (en la esfera de la salud mental) o las conductas peligrosas tienen que ver mucho con las desigualdades sociales”, resaltó.

Y añadió: “No tener garantizado ese acceso a los servicios oportunos de salud o tenerlos pero de manera tardía, hace que el sistema de salud se vea muy ineficiente pues seguimos teniendo más tratamientos pero no vemos su impacto como quisiéramos”.

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