Estaba un día El Santos… inician las tiras animadas de autoría de los moneros Jis y Trino, donde relatan las venturas y desventuras de El Santos, personaje principal de sus historias y que fue inmortalizado en la pantalla grande en una película que llegará a las salas de cine a finales de este mes.
Jis –José Ignacio Solórzano– es un caricaturista mexicano oriundo de Guadalajara, se ha destacado en el ámbito editorial por la publicación de La mano, suplementos de humor, y por dibujar y escribir Los manuscritos del Fongus, Sepa la bola, Los gatos no existen y El Santos, este último en coautoría con Trino, con quien también comparte créditos en el programa radiofónico La Chora.
El Santos, personaje emblemático de ambos moneros, es un fulano enmascarado que lucha contra el mal que amenaza a la humanidad, a pesar de no contar con ningún poder para lograr su cometido. Así, las aventuras de este singular personaje se desarrollan en un ambiente de humor ácido e irreverencia.
¿Cómo es que El Santos llega al cine?
Ha pasado tanto tiempo ya desde que inició esta aventura que mi mente nubla los detalles de origen, pero hasta donde me acuerdo empezó por la amistad entre Trino y Lynn Fainchtein, productora de la película, quienes tenían varios proyectos en puerta. De pronto, El Santos apareció para mi fortuna en esta agenda de trabajo.
Creo que no pensamos en un inicio que iba a ser tan pantanoso el camino, tal vez en nuestro caso por estar desligados por el cine lo percibimos así, hoy día he desarrollado un gran respeto por todos aquellos que trabajan en el cine.
En ese sentido, ¿cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentaron?
Creo que no estábamos verdaderamente conscientes de cómo se hace realmente una película y fue como ir aprendiendo el proceso sobre la marcha.
Lo curioso es que a pesar de todo hoy sigo creyendo que me quedé en las mismas. Para bien y para mal Trino y yo nos quedamos como los novelistas que entregan su novela y luego se quedan observando a ver que hacen los adaptadores con su novela.
Pero sí participamos en varios momentos clave para empezar esta parte que estuvo llena de recovecos que fue la integración del equipo de trabajo, donde hubo muchos estiras y aflojas para lograr sintonizar con un guionista, un director, seleccionar el estudio de animación. Hubo muchísimas propuestas e inicios en falso.
Una vez afianzado el equipo inició la chinga, pero afortunadamente creo nos tocó hacernos de un equipo muy chido y talentoso.
Al tratarse el cine de un medio de comunicación masivo y muy controlado, ¿tuvieron problemas de censura y corrupción del lenguaje como en otras ocasiones?
Desde sus inicios la intención de este proyecto era conservar el encanto de las series de El Santos con su espíritu cábula, picaresco, grosero y pacheco.
Si algo teníamos claro es que si no conservábamos eso pues mejor hacíamos otra cosa. En este sentido, la lucha fue por mantener la esencia desmadrosa de El Santos.
¿Cuál es El Santos que aparece en la película, el de Jis o el de Trino?
Definitivamente el de la banda. Es una parte muy curiosa que en este tipo de proyectos nos enfrentan a la idea de que se nos va a ir de las manos nuestro personaje; la tarea fue, entonces, observar cómo bajo nuestra supervisión, nuestro personaje fue reinterpretado por otras visiones y otras voces. Tanto los animadores como los actores y todo el equipo le metió de su cosecha.
Por un lado, la experiencia fue emocionante porque nos tocó empezar a reconocer a nuestro personaje a través de otros ojos, en contraste con los sentimientos paternales de ir a ver a nuestro hijo.
El Santos del cine es el de Jis, el de Trino y el de la gente, pero esencialmente sigue siendo El Santos en un sentido muy grande, sigue siendo ese personaje desmadroso, ambiguo, pacheco, grosero, infantiloide y, a la vez, es estar viendo que todos los otros lo nutren de estos mismos elementos pero desde otra perspectiva.
Del toque original de Jis y Trino, ¿qué podremos encontrar en la película?
Los trazos originales de los personajes son nuestros, y la temática y atmósfera en la que se desarrolla la historia provienen de la tira de nuestra autoría.
La verdad es que también tuvimos mucho chance de intervenir incluso en partes del guión, lo que creo le da una sensación de que está hecha por nosotros, pero como expliqué, es producto de un trabajo en el que todos metieron su cuchara.
¿A cargo de quién quedó el guion de la película?
Es un fan de El Santos, Augusto Mendoza, quien nos sorprendió demostrando que tenía mucho más frescas todas las aventuras y episodios de El Santos que nosotros.
En este sentido fue tranquilizador, pero él también al igual que todos le metió de su cosecha, logró recrear la atmósfera de El Santos pero la historia que se presenta en el cine es del guionista.
¿Quiénes integran el equipo de doblaje?
Es un cast de sueño, ahorita que lo pienso suena como una fantasía que lo que empezó como un proyecto muy improvisado entre Trino y yo, como una pura pachequez a principios de los noventa, hora es una realidad en la que está involucrada tanta gente.
El Santos es Daniel Giménez Cacho, Regina Orozco La Tetona Mendoza, Héctor Jiménez El Cabo, José María Yazpic El Peyote, también intervienen el Güiri-Güiri, Julieta Venegas, Dolores Heredia, Guillermo del Toro, los Bichir, entre muchos otros.
¿La música de la película a cargo de quién corre?
La música está riquísima, se consiguieron derechos de canciones muy vaciadas que quedan perfectas para momentos de la película y que ilustran la vulgaridad o elementos kitsch. También se encargaron canciones a músicos chidos como el grupo Molotov.
¿Qué nos ofrece entonces esta nueva aventura de El Santos?
De entrada diversión, carreras en falso, callejones sin salida, invasión de zombis, zombis descuartizados, marihuana esclarecedora de momentos clave y como siempre el romance tórrido de El Santos que quiere y no puede con La Tetona Mendoza.
¿Esta película es el previo del regreso de El Santos en todo su esplendor?
Esto siempre es un volado, nos damos cuenta de que un proyecto de este estilo implica someterse un poco a los vaivenes del público, o el mercado que asiste a los cines; en caso de que tuviera éxito estamos listos para planear una secuela, pero en definitiva no está en nuestra suerte sino en la del personaje.
No quiero tener grandes expectativas respecto del éxito de este filme, quiero borrar todas ellas y tener una vida gris, para que en el caso de que se presente algo chido sea una verdadera sorpresa.