Este 23 de marzo se realizará en todo el mundo “La hora del planeta”, de las 20:30 a las 21:30 horas, apagando las luces de los edificios y domicilios de todas las personas.
En conmemoración de este evento el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) convocó a instituciones privadas y públicas a integrarse a este movimiento y a reflexionar sobre los impactos del cambio climático.
La iniciativa consiste en apagar las luces de edificios públicos y privados durante una hora, como parte del intento por dejar descansar a la Tierra por la sobrecarga de recursos que los humanos le imponemos y en consecuencia tener también un ahorro de energía y el combate al calentamiento global.
El WWF informó que en 2012 más de 7.000 ciudades de 152 países participaron en la campaña. El horario es el mismo en todo el mundo, de 20:30 a 21:30 de la hora local.
En la Ciudad de México se apagaron más de 150 inmuebles icónicos, entre monumentos, rascacielos, universidades y edificios de empresas, en tanto que en Cancún se apagaron al menos 20.000 cuartos de hotel, discotecas y restaurantes, a lo cual se sumó un paseo ciclista y una jornada de limpieza de playas.
La invitación incluye a las instituciones públicas y privadas, centros educativos y gobiernos municipales para que la iluminación de sus edificios y monumentos emblemáticos permanezca apagada durante los 60 minutos.
La iniciativa a escala mundial también invita a ciudadanos, empresas y municipios a ser eficientes en el uso de la energía y promover las energías renovables.
Igualmente se busca que el planeta no incremente su temperatura hasta un punto en que se produzcan daños irreversibles para la naturaleza, la economía y la salud de todos.
De acuerdo con los organizadores, el promedio por familia de la emisión de gases efecto invernadero es de ocho toneladas de dióxido de carbono por año