Un estudio llevado a cabo por investigadores de Universidad de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore (EEUU), ha revelado el poder de las redes sociales como herramienta para impulsar la donación de órganos. Los resultados de este trabajo se han publicado esta semana en American Journal of Transplantation.

Andrew Cameron, doctor en Medicina de esta universidad, y sus colegas, se preguntaron si redes sociales como Facebookse podrían utilizar para llegar a la gente y animarla a que se convirtiera en donante de órganos.

Los investigadores llegaron a un acuerdo con Facebook para que su plataforma Timeline pudiera ser alterada y permitiera a los usuarios indicar en su perfil que eran donantes de órganos. Cuando lo hicieron, se les dio un enlace para su registro oficial como donantes estatales y se envió un mensaje a sus amigos para informarles de su nuevo estado. Los  amigos, a su vez, tuvieron la posibilidad de modificar su propio estado y así el mensaje siguió circulando, según informa la publicación estadounidense en un comunicado.

Cuando los investigadores analizaron la actividad de altas on line en los registros estatales durante las semanas siguientes del inicio de la campaña en Facebook, vieron que se había producido un gran aumento en el registro de donantes en todos los Estados.

El ‘efecto del primer día’

Según los datos del estudio, el primer día de la iniciativa, hubo 13.054 nuevos registros on line, 21,1 veces más que el promedio de referencia de 616 registros. Este ‘efecto del primer día’ osciló de las 6,9 ​​veces en Michigan a 108,9 veces en Georgia. Las tasas de registro se mantuvieron elevadas en los siguientes 12 días.

«Nuestra investigación tiene por objetivo la búsqueda de nuevos instrumentos que ayuden a paliar la escasez de órganos para trasplante en Estados Unidos. También indica que las redes sociales pueden ser herramientas valiosas para afrontar problemas de salud pública», ha señalado Cameron a American Journal of Transplantation.

Sin embargo, el investigador también indica que el gran crecimiento que se vivió en los primeros días de la iniciativa disminuyó con el tiempo, lo que implica que “se necesita más trabajo para mantener la viralidad en este caso”.

En su opinión, la repercusión a largo plazo de la campaña solo se podrá comprobar cuando se examine si realmente este tipo de iniciativas tiene un impacto real en el aumento de la donación de órganos en el país y que no se trata solo de algo circunstancial.

Los comentarios están cerrados.