Investigadoras de la Universidad de Granada han desarrollado una aplicación que adaptar la red social Facebook para que la puedan utilizar las personas ciegas.
La autora de este trabajo, que todavía se encuentra en una fase experimental, es Josefa Molina, tutelada por Nuria Medina, del grupo de investigación GEDES, perteneciente al Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Granada. Molina explica que, hasta la fecha, solo existían “redes sociales virtuales creadas específicamente para personas con discapacidad visual, como Blindworlds, pero no existe ningún otro software que permita la adaptación, y por tanto, la mayor usabilidad de este tipo de redes sociales a través de lectores de pantalla”.
No en vano, recientemente, la ONCE ha denunciado que las redes sociales más populares no son accesibles para personas ciegas.
Baja accesibilidad
Antes de llevar a cabo esta investigación, sus autoras demostraron la baja accesibilidad de Facebook a través de una batería de tareas llevada a cabo por medio de tecnología asistiva (un lector de pantalla).
Estas tareas fueron realizadas por tres tipos de usuarios: usuarios sin ningún tipo de discapacidad visual, usuarios con discapacidad visual severa y conocimiento avanzado en lectores de pantalla y, por último, usuarios con discapacidad visual severa, y principiantes en el uso de lectores de pantalla. Para cada usuario midieron el tiempo empleado en llevarlas a cabo, las dificultades encontradas y, si no pudieron finalizarlas de manera satisfactoria, el motivo del fracaso.
A partir de los resultados obtenidos en la ejecución de las distintas tareas, las investigadoras analizaron varias maneras de mejorar la accesibilidad de la aplicación web de Facebook a través de de una secuencia de refactorings atómicos (modificación del código fuente sin cambiar su comportamiento esencial). En todos los casos lograron disminuir el tiempo empleado por los invidentes para realizar estas tareas, y estos incluso pudieron finalizar algunas otras que, a priori, les resultaba imposible llevar a cabo.
Josefa Molina destaca que, en la actualidad, el uso de la web 2.0, ha venido acompañado de muchas aplicaciones “que no cumplen las normas básicas de accesibilidad, lo que provoca una «infoexclusión» de las personas con discapacidad visual severa”.