La disminución de la práctica de la lactancia trae desventajas para el sano desarrollo de los niños, que en sustitución de la leche materna reciben fórmulas lácteas que no siempre cubren sus necesidades nutricionales, asienta Jeyma Talía Patiño Suárez, estudiante de la Maestría en Salud Pública.

Como parte de su trabajo de tesis de posgrado, Jeyma realiza un estudio con las madres usuarias en el Centro de Salud Gastón Melo, de la ciudad de Xalapa, para identificar los factores por los que las madres han dejado de practicar la lactancia y promover entre ellas y en los trabajadores del centro de salud una educación a favor de esta practica, en la cual se muestren los beneficios para las madres y los hijos.

“La idea de desarrollar el trabajo de investigación surge porque trabajé en un banco de leche humana, en el CEM y noté que la práctica de la lactancia, año con año se ha ido perdiendo. Haciendo una revisión en la literatura científica, hay una serie de factores que influencian esta pérdida, por un lado, las creencias que tienen las madres, factores obstétricos, como el tipo de parto, si hubo educación sobre la lactancia durante el embarazo y los factores socioeconómicos”, refiere. “Actualmente un gran número de madres se han insertado en la economía, trabajan, y por tal motivo se les complica amamantar a sus hijos, ya que la práctica requiere cierto tiempo especial para llevarla a cabo. Hay leyes en la ley federal del trabajo que permiten que las mamás tenga un permiso de media hora en su jornada laboral para destinar este tiempo a amamantar a su hijo, pero muchas veces las leyes no se cumplen, ese es otro factor inserto en mi investigación”, expresa Jeyma.

Por estas razones, el trabajo de Jeyma gira en torno al porqué las madres no amamantan a sus hijos, en un estudio de corte cuantitativo, que se denomina casos y controles, el cual lleva como título “Factores obstétricos, socioeconómicos y creencias asociados a la lactancia materna”.

En esta investigación se ha notado que la reducción de la práctica afecta el desarrollo de los niños, tanto en zonas rurales como urbanas, ya que se ha notado que en ambos sectores las mujeres están optando por no amamantar, intercambiar la leche materna por papillas, agua, tés, jugos, y esto no brinda los nutrimentos y beneficios que los niños necesitan, asimismo, les dan fórmula láctea, y aunque es muy recomendable hay que estar al tanto de qué tipo de fórmula se le ofrece al bebé y  cuidar que tenga los nutrientes necesarios.

La lactancia materna tiene muchos beneficios para la salud de la madre y del bebé, por ejemplo, ayuda a prevenir enfermedades tanto agudas como crónicas, como la diabetes, algunos tipos de leucemia, obesidad, asma, alergias, entre otras cosas como infecciones del sistema digestivo, debido a su alto contenido en grasas y antígenos.

“Cuando una madre no amamanta a su hijo sustituye la leche por alguna fórmula, la cual debe estar bien preparada para cubrir las necesidades del bebé; debe ser preparada con agua limpia, y a veces, algunas colonias marginadas no cuentan con servicios básicos de drenaje o agua potable para hacerlo de forma higiénica, lo cual puede provocar problemas o infecciones digestivas al bebé”, dijo Jeyma.

El fin de la investigación de Jeyma es saber por qué se reduce el amamantamiento, fomentar esta práctica e informar sobre sus beneficios. Asimismo, Jeyma dijo que se necesita un enfoque diferente sobre la lactancia, ya que los datos sobre esta práctica en México son muy escasos. En el año 2008 la Organización Mundial de la Salud reportó 1.5 millones de muertes en niños menores de un año relacionadas a la ausencia de alimentación con leche materna, en 37 países en vías de desarrollo en Asia, África y América latina, los datos hacen referencias a madres de todos los estratos, sin embargo no existe información específica sobre este tema en México.

“Desgraciadamente existen muchas creencias erróneas, como que si alguien se asusta, o comió habas ya no debe alimentar a su hijo, o que sus senos van a deformarse, lo cual no es cierto, de hecho las curvas de la mujer se acentúan, los pechos crecen, así como las caderas”, explicó Jeyma.

Es importante difundir la importancia de la lactancia, porque no sólo existen beneficios a la salud sino en un nivel emocional, tal vez que no se perciben a simple vista, pero la sola cercanía entre el cuerpo de la madre y su hijo tienen un impacto psicológico en el bebé, el calor de la madre conforta y da seguridad a los niños. 

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