El accidente de la central nuclear nipona de Fukushima en 2011 conducirá probablemente a un aumento en los riesgos de cánceres específicos en la gente de las áreas contaminadas, aunque no se anticipan riesgos adicionales en otras partes de Japón y los países vecinos, señala un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado.

     La evaluación de los riesgos de salud asociadas con el desastre de la mencionada planta nuclear, provocado por el devastador terremoto y tsunami que afectó el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011, muestra un mayor riesgo de cáncer comparado con las tasas de referencia de aquellos en dos de las partes más contaminadas en Fukushima.

     Por ejemplo, habrá un riesgo de cuatro por ciento más de todo tipo de cánceres sólidos en las mujeres expuestas como infantes, alrededor del seis por ciento del cáncer de seno en mujeres expuestas como infantes y alrededor del siete por ciento de leucemia en los varones expuestos como infantes.

     El mayor riesgo de cáncer de tiroides entre las mujeres expuestas como infantes en el sitio más afectado es particularmente elevado, casi del 70 por ciento.

     No obstante, los expertos explicaron que el riesgo normal esperado de cáncer de tiroides en mujeres en su vida es de 0,75 por ciento, que es muy bajo y el riesgo adicional de por vida es de 0,5 por ciento.

     En las partes más expuestas en la prefectura de Fukushima, donde las dósis preliminares efectivas de radiación calculada fueron de entre tres y cinco mSv, los mayores riesgos de vida para cáncer frente la base de referencia eran de alrededor de entre una cuarta parte y una tercera parte de la gente de las áreas más afectadas, indica el informe.

     Entre los trabajadores de emergencia de la central de Fukushima, los riesgos de vida por leucemia, cáncer de tiroides y todos los cánceres sólidos se calcula que sean mayores y unos cuantos de ellos que inhalaron cantidades significativas de yodo radioactivo podrían desarrollar desórdenes de tiroides no cancerosos, según el informe de 200 páginas.

     Angelika Tritscher, coordinadora de Evaluación y Administración de Riesgos del Departamento de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la OMS, dijo a Xinhua que el informe se basa generalmente en datos ofrecidos por el gobierno japonés y autoridades de otros países.

     No obstante, ella señaló que los expertos han tratado de verificar lo más posible los datos por distintos medios.

     El informe pide una vigilancia continua de largo plazo de alimentos y medio ambiente, así como de la salud de la gente con mayores riesgos de salud.

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