Aunque la idea de la geografía está reducida al proceso “mecánico y tedioso” del aprendizaje de los nombres de los territorios, tiene una vocación más amplia, pues incorpora temas diversos como los que tienen que ver con el entorno de una nación, su transformación física y sus objetivos, coincidieron Arturo Bocardo Valle y María Ramírez Salazar, director de la Facultad de Economía y jefa de la Licenciatura en Geografía, respectivamente.

“La geografía envuelve toda una serie de aspectos que están atendidos parcialmente por otras áreas. Estamos hablando de una ciencia sumamente rica y compleja de entender”, añadió Bocardo Valle.

Por su parte, Ramírez Salazar indicó que la geografía es una de las ciencias más antiguas de la historia de la civilización; sin embargo, en la sociedad se le perdió el interés cuando alguna política educativa la convirtió en una disciplina memorística y entonces se convirtió en enciclopédica.

“Había que aprenderse los ríos, las montañas, los nombres de los países, las capitales y eso convirtió a la geografía en muy enciclopedista, pero la geografía es más que eso: es una ciencia social que tiene esa connotación de ser la que ayuda a explicar el cómo de las relaciones del hombre y del medio.”

         En ese contexto, María Ramírez dijo que en la UV la Licenciatura en Geografía –adscrita a la Facultad de Economía– tiene apenas ocho años de existencia, con una matrícula de 210 estudiantes.

Agregó que su plan de estudios lo conforman 38 experiencias educativas –entre optativas y electivas–, de las cuales 50 por ciento requieren necesariamente trabajo de campo.

 

El trabajo de los estudiantes

“Estas prácticas de campo promueven en el estudiante no solamente que desarrolle la habilidad de observar, sino también que ponga en práctica algunas técnicas y métodos de toma de datos, como hacer mediciones de algunos elementos geográficos, la pendiente del terreno, la altura de los árboles, la textura del suelo, los minerales de las rocas, levantamiento de encuestas o entrevistas en las comunidades.”

Lo ideal, planteó Ramírez Salazar, es que los estudiantes realicen prácticas de campo que vinculen el conocimiento adquirido en las aulas con problemáticas reales que padecen las comunidades de la entidad.

Por lo tanto, profesores han realizado vínculos con algunos municipios para identificar y estudiar necesidades. Como ejemplo está el caso de Villa Aldama, donde las autoridades locales hicieron una larga lista de sus problemáticas.

“Uno de los frentes que los estudiantes trabajan en Villa Aldama es el relieve que se está modelando y redistribuyendo. Ahí tenemos una serie de barrancos que se están formando, producto de una serie de procesos combinados entre la deforestación, el cambio de uso de suelo y el mal manejo de la agricultura”, explicó.

Otra muestra es el trabajo referente a la geografía cultural, agrícola e histórica que los estudiantes realizaron en Coyolillo, municipio de Actopan.

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