Un grupo de científicos de China y Estados Unidos han finalizado la secuenciación del genoma de los mongoles que viven en la provincia noroccidental china de Qinghai, según un responsable del equipo de investigación encargado del trabajo.

     La secuenciación y redacción del genoma fueron publicadas en la revista científica PLoS Genetics. Se espera que la investigación ayude al tratamiento de las enfermedades relacionadas con la altura.

     Un equipo compuesto por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Qinghai y de la Universidad de Utah emplearon cuatro años en la secuenciación del genoma. El grupo estudió 42 mongoles que viven a una altura de 3.000 metros sobre el nivel del mar y los compararon con otras 300 personas de nueve poblaciones de otros lugares de Asia y Europa.

     Más de 300 genes, o un 2 por ciento del genoma, de las muestras mongolas variaron mucho respecto a las de otras poblaciones, y ayudaron a los mongoles a adaptarse al entorno de la región del altiplano, dijo Gerili, director del Centro de Investigación de Medicina de Gran Altitud de la Universidad de Qinghai.

     Los descubrimientos ayudarán a comprender el sistema de respuesta del organismo en entornos de bajo oxígeno y permitirán a los investigadores encontrar nuevas vías para prevenir y tratar el mal de altura y otras dolencias que pueden ocurrir en ambientes con menos oxígeno, aseguró Gerili.

     El experto indicó que el equipo encontró que los mongoles de Qinghai comparten algunos genes con los tibetanos, y añadió que esta comunicacións entre etnias también ayudó a los mongoles a adaptarse a su entorno.

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