Sir Harold Kroto fue uno de los descubridores de los fullerenos en 1985, junto con Robert Curl y Richard Smalley, lo cual los hizo merecedores del Premio Nobel de Química en 1996.
Sin embargo aseguraba que “para ganar un premio Nobel no hay que ser un genio”, según declaró en una entrevista en 2012.
Su nombre original fue Harold Walter Krotoschiner, nació el 7 de octubre de 1939, en Wisbech, Reino Unido, hijo de inmigrantes judíos polacos y alemanes que huyeron de la Alemania nazi. Aunque fue criado como judío, ha afirmado que la religión nunca tuvo ningún sentido para él, siendo además un distinguido partidario de la Asociación Humanista Británica.
Fue profesor en las Universidades de Florida (EE UU) y Sussex (Reino Unido). En 1990 fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres y en 1996 fue nombrado sir por la reinaIsabel II del Reino Unido.
Interesado tanto en la química orgánica como en la inorgánica, desarrolló en el Laboratorio de Química de la Universidad de Sussex investigaciones sobre una nueva forma de cristalizacióngeométrica del carbono, gracias a la síntesis química de los fulerenos descubiertos en 1985 por los químicos estadounidenses Robert Curl y Richard Smalley. Estas estructuras, compuestas por 60 átomos de carbono, pueden ser aprovechadas, gracias a sus excepcionales propiedades de estabilidad, en la fabricación de materiales resistentes a altas temperaturas, e incluso como sustitutivos del silicio en los chips.
Los fullerenos son moléculas de carbono que pueden adoptar forma de esfera, anillo o tubo. Son la tercera forma molecular más estable de carbono tras el grafito y el diamante, y poseen propiedades que les han convertido en un elemento muy útil en la síntesis de compuestos. El primer fullereno descubierto, el C60, es la molécula más sencilla y abundante y está constituida por 60 átomos de carbono dispuestos exactamente en los vértices de un balón de fútbol (12 pentágonos y 20 hexágonos).
El estudio de esta molécula perfecta por su simetría esférica ha sido el origen de otras moléculas de fullereno más grandes y de otras formas de carbono en la escala nanométrica, tales como los nanotubos de carbono y el muy popular grafeno, que modificaron la tecnología de principios del siglo XXI.
Los fullerenos abrieron un nuevo campo de estudio en ciencia, el de las nanoformas de carbono.
Falleció el 30 de abril de 2016 en Lewes, Reino Unido.