Sandra Isabel Jiménez
Xalapa, Veracruz.- Una manera en la que los hombres de ciencia buscaron superar el aislamiento intelectual, fueron las cartas: esos medios de comunicación tan emocionales y que hoy, siguen inspirando, a pesar de las redes sociales, de la post-verdad y de la era de la información.
Hernán Abel Fuenzalida Cruz es un pintor chileno que trajo a México su obra inspirada en las cartas, con el anhelo de reencontrar el amor y con una propuesta de color.
Su trabajo de 20 obras abstractas y figurativas son una invitación a disfrutar el color, y la sensación que puede transmitir para todo: para las ciudades, las personas, nuestros entornos, nuestro vestir.
La obra “es colorida porque es una respuesta a mi entorno, a mí país, a mi ciudad, a mi historia: gris”, nos dice.
La Serena, es la segunda ciudad más antigua de Chile, después de Santiago.
Desde ahí, desde el norte de Chile y en la capital de Coquimbo, nace la inspiración de Hernán, quien nos platica que el 16 de septiembre del 2016 paseaba con su profesora -de 50 años- (lo dice sorprendido) por “El Faro” de La Serena cuando un sismo los sorprendió, con un subsecuente maremoto que los dejó totalmente incomunicados.
“Las Cartas”, fue el tema que nació de esa experiencia que lo llevó a la historia de dos grandes de la aviación francesa: Jean Mermoz y Antoine de Saint-Exupéry, el escritor de El Principito, que sí, que también fue piloto de la Aéropostale, semilla de lo que hoy es Air France.
El 9 de marzo de 1929, Jean Mermoz piloteaba el avión de Aéropostale para entregar las cartas; pero sufrió un accidente en la región de Copiapó.
La historia, nos cuenta que Mermoz quedó varado entre Copiapó (al norte de Chile) y la ciudad de La Rioja, en Argentina.
Después de varios días atrapado con una temperatura de menos 15 grados centígrados, Jean Mermoz arregló el motor del avión y lo voló cruzando el altiplano a 4,200 metros sobre el nivel del mar, en una de las puntas más altas de la cordillera de Los Andes.
Jean Marmoz, el cartero, salió del lugar casi planeando el avión convirtiéndose en pionero de la aviación francesa.
Estos son los temas de la obras de Hernán Abel Fuenzalida: cartas, carteros y sus travesías.
“Hago un homenaje a los carteros que van a su destino contra viento y marea. Hago un homenaje a la emoción que nos provocaban las cartas. Pienso que ahora se perdió ese encanto, que hay una pérdida de la emoción por las redes sociales”, afirma el artista.
Su trabajo tiene la influencia de los impresionistas y expresionistas, pero él destaca que su pintura es una respuesta interna, porque él se considera positivo y colorido: “siempre trato de ser muy colorido en la vida”, nos revela con su acento chileno y una luz de empatía.
El Instituto Chileno Francés expuso su obra en el Centro Cultural Santiné y el11 de enero, a las 19:00 horas se presenta su exposición “Las Cartas” en la Ciudad de Xalapa, en la galería de Tierra Luna, en Xalapa, Veracruz, donde permanecerá hasta el 11 de febrero.
“Son obras amplias, intensas y con mucha fuerza y creo que esa fuerza nace con mi reencuentro con el amor: una semilla que yo no tenía considerada”, expresa.
(Una muestra del trabajo del pintor está en las siguientes fotografías)