El maguey, planta de cultivo milenario, tiene una miríada de usos; puede servir como lindero o de columna rompe-viento; el aguamiel puede alimentar a los niños al tener vitaminas y servir como complemento nutricio; las pencas se utilizan para alimentos como la barbacoa; la cutícula se utiliza para hacer los envueltos de mixiote; las pencas pueden alimentar animales en época de estiaje y actualmente se analizan sus propiedades medicinales y como biocombustible.
Ángel Ortiz Ceballos, investigador adscrito al cuerpo académico Ecología y Manejo de la Biodiversidad, y Rogelio Lara González, técnico académico, ambos integrantes del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca) de la Universidad Veracruzana (UV), fungieron como gestores del Primer Día Demostrativo del Maguey Pulquero, celebrado el 31 de marzo.
Con la participación de 10 expositores y la asistencia de 230 personas, los investigadores tienen el objetivo de fomentar el cultivo de la planta, lo que ha involucrado a jóvenes productores de la región del valle de Perote.
El maguey pulquero está en peligro de extinción en la zona, afirmó Ortiz Ceballos, por tal razón se pretende recuperar el conocimiento tradicional del cultivo de maguey, que data aproximadamente de hace 10 mil años.
Una de las primeras tareas consistió en una investigación documental de los usos antiguos del maguey; la segunda etapa fue conocer el manejo tradicional entre los productores del valle, así como determinar qué especies crecen en la región.
“Encontramos que hay cuatro especies de maguey: dos en áreas naturales, actualmente en desuso, y dos en áreas de cultivo, el maguey verde y el maguey manso, con la predominancia de este último.”
Asimismo se realizó un estudio de suelos, “hallamos que hay una diversidad de tipos en una superficie de 26 mil hectáreas que abarcan los ejidos La Libertad, Tenextepec, La Gloria y Alchichica”.
Encontraron siete tipos, representados en 18 unidades de suelos con predominancia de suelos regosoles, “se caracterizan por ser muy jóvenes y susceptibles de erosión, con poco contenido de materia orgánica y de nutrientes, requieren de un manejo para conservarlos”, explicó.
En una parcela demostrativa colocaron tres especies de maguey y establecerán un experimento para incrementar la biomasa y el crecimiento de la planta.
Los productores jóvenes fueron quienes dieron a conocer el manejo tradicional de la planta, su problemática actual y los resultados del estudio de suelos ante una asistencia compuesta por funcionarios y técnicos de la Sagarpa, Semarnat, Covecyt, Inverbio y otras.
Además, el presidente estatal de la Unión de Productores de Maguey y Nopal; representantes municipales de Perote y Tepeyahualco; estudiantes de bachillerato y licenciatura; comisariados ejidales de Perote, La Libertad, Alchichica, Tenextepec y Totalco; y campesinos de los ejidos de Tenextepec, Perote, Los Pescados, Los Altos, Tezontepec, Cruz Blanca, Sierra de Agua, Las Vigas, Villa Aldama, La Libertad, Jalacingo, Chichicuatla, Francisco I. Madero, Totalco y Xaltepec.
El proyecto cuenta con año y medio de trabajos que intentan rescatar su cultivo en el valle a través del metepantle, método agrícola prehispánico que tenía la finalidad de evitar la erosión.
Lara González comentó que “realmente los productores se han interesado en el cultivo de maguey y son jóvenes, algunos están retomando el conocimiento que tenían sus ancestros”, explicó; “su participación fue importante y se han ido interesando más a partir de este proyecto”.
Cuando se les da el reconocimiento a los agricultores, al ser estudiado por la UV, los productores manifiestan interés en participar y crear alternativas para conservarlo, subrayó Ortiz Ceballos.
El investigador destacó que “el maguey quita la sed, es un alimento y además puede dar placer, descanso para las actividades, hay un reconocimiento de que antes tenía un uso preponderante, sin embargo el escaso apoyo de políticas a favor de su conservación ha hecho menguar su cultivo”.