El ingeniero químico José Rubén Morones Ramírez, de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), descubrió que con ayuda de sales de plata es posible incrementar el efecto de los antibióticos y aumentar el rango de alcance de los que no son eficientes contra cepas bacterianas como la Escherichia coli, causante de infecciones intestinales, en vías urinarias y neumonía.
Durante sus estudios de post-doctorado en el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard y la Universidad de Boston, el ingeniero regiomontano realizó estudios genéticos y fenotípicos para comprobar la funcionalidad de la sal de plata en tres diferentes familias de antibióticos: los betalactámicos, aminoglucósidos y las quinolonas. Los resultados demostraron que se logró potenciar el efecto contra las bacterias al añadir las partículas del metal.
El investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) comentó que el elemento metálico interactúa con las proteínas de la membrana de los microorganismos patógenos hasta volverlas porosas y permeables, para facilitar el acceso del antibiótico. Una vez dentro aumenta la cantidad de iones hidroxilos necesarios para oxidar el interior de la bacteria y permitir que actúe el antibiótico.
Para el desarrollo tecnológico, Rubén Morones explicó que la plata se disuelve en ácido nítrico con el fin de provocar una reacción química que desplace al hidrógeno y pueda crear las sales de plata. Este elemento se mezcla en cantidades de 15 a 60 microgramos en la solución acuosa de cada antibiótico para magnificar el efecto bactericida.
Sin embargo, el experto señaló que existen unas bacterias llamadas gram-negativas que cuentan con una membrana doble, a diferencia de las gram-positivas que tienen una sola capa. Esta condición las hace más resistentes a los antibióticos más comunes, como la vancomicina que tienen moléculas demasiado grandes para penetrar al microoganismo, pero al añadir pequeñas concentraciones de plata, este fármaco entra y puede atacar al microorganismo.
Con el fin de comprobar la funcionalidad del metal se creó en el laboratorio una cepa bacteriana 10 mil veces más resistente a la tetraciclina, a la cual fue añadida una pequeña concentración de sal de plata para revertir la resistencia a la bacteria, comentó Rubén Morones.
Hasta el momento las pruebas se realizaron en ratones de laboratorio con infección en las vías urinarias y en el sistema inmunológico, para analizar la respuesta de los antibióticos con sales de plata, además verificaron que los modelos de estudio no presentaran ningún tipo de intoxicación por metales pesados.
Rubén Morones ahora se dedica a trabajar en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Químicas de la UANL, si otros metales de transición, como el magnesio, zinc y manganeso pueden tener el mismo efecto en bacterias que la plata, puesto que pertenecen a la misma familia.