Los vínculos que se han establecido entre Japón y México en materia de intercambio académico permiten a los jóvenes universitarios realizar una parte de su formación profesional en el país de Oriente, coincidieron en señalar académicos de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante el “Panel sobre la movilidad académica y estudiantil entre México y Japón”, desarrollado en el auditorio de la Facultad de Biología como parte de las actividades de “La misión Hasekura”, la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI) invitó a dos académicos de la institución y una profesora de educación básica para compartir con los jóvenes sus experiencias.
Héctor Rangel Ramírez, coordinador de becas para la movilidad nacional e internacional de la DGRI, presentó a los participantes del panel: una profesora de la Facultad de Arquitectura y un docente en la Facultad de Antropología, además de una profesora de educación preescolar.
Mariana Arizpe Amor, egresada de la Escuela Normal Veracruzana, relató su experiencia al viajar a Japón para realizar estudios durante un año y medio dentro del programa de perfeccionamiento al docente, dirigido a profesores de educación básica con más de cinco años de servicio.
“Esta beca es maravillosa, tiene la particularidad que no pide que sepas japonés, puedes ir sin saber y durante seis meses realizar estudios básicos para poder desarrollarte allá. También te dejan seguir estudiando el idioma en la universidad que te asignan mientras comienzan los estudios de especialidad.”
Por otro lado observó que “la cultura japonesa está vista como muy fría o distante con los extranjeros pero a mí me fue muy bien; por parte de la universidad tuve muchísimas oportunidades. Tenemos la impresión que su sistema educativo es muy demandante, pero cuando se cursan las materias no lo es tanto”.
Sin embargo observó que si se llega a Japón con una beca es porque se ha destacado en algo, ya sea en lo profesional o lo académico, “porque tienes un promedio alto y la intención de desenvolverte allá”.
Laura Mendoza Kaplan, profesora en la Facultad de Arquitectura, relató su experiencia de intercambio ocurrida en 1987; enfatizó que la beca permite a sus beneficiarios vivir muy bien, además de que las instituciones receptoras están pendientes de los alumnos, otorgan facilidades para el hospedaje y los pases de transporte para estudiantes, cuyo costo en general es elevado.
Al igual que la profesora de preescolar, Mendoza Kaplan comentó que la educación universitaria es más relajada en comparación con México, no obstante los alumnos deben ser más participativos y se espera que tengan mayor iniciativa para completar su formación académica.
“Es un modelo que he tratado de implementar en mis clases pero es difícil”, apuntó, “pienso que allá confían más en el estudiante. La escuela te da los elementos pero depende de ti”.
En su participación, Hirokazu Kotegawa, arqueólogo que imparte cursos en la Facultad de Antropología, relató que desde la licenciatura tenía interés por conocer acerca de las culturas prehispánicas en México, en particular de los mayas, pero un compañero suyo lo había elegido como tema de investigación, entonces decidió cambiar de tópico y conocer más, interesándose por la cultura Olmeca.
Por periodos de uno a dos meses viajó durante las vacaciones a México y cuando comenzó estudios de doctorado se dio cuenta que sería más fácil estudiar aquí, por ello decidió ingresar al doctorado en la UNAM, donde comenzó a familiarizarse con la vida en el país, dado que en sus primeras visitas solamente había aprendido algunas expresiones y se relacionaba poco con los mexicanos.
“Decidí venir aquí y empecé a buscar algunas becas, con la de la Secretaría de Relaciones Exteriores reinicié mi doctorado; en ese momento no era suficiente mi conocimiento de español; estuve en una escuela para extranjeros durante 10 meses pero realmente aprendí con mis colegas, trabajando y estudiando junto con ellos.”
Al final Rangel Ramírez destacó que la UV, a través de la DGRI, ofrece la información a todos los interesados en cursar estudios de posgrado en el país asiático y resaltó la oportunidad de obtener una beca económica que permite a los beneficiarios vivir cómodamente, al igual que considerar la formación básica en el idioma japonés como parte de algunos programas de intercambio, por lo cual no se requieren conocimientos previos.