El ingeniero español Juan de la Cierva (21 de septiembre de 1895- 9 de diciembre de 1936) construyó en Madrid en 1920 su primer autogiro, el Cierva C.1, utilizando fuselaje, ruedas y estabilizador vertical de un monoplano francés Deperdussin de 1911, sobre el que montó dos rotores cuatripalas contrarrotatorios. Probó sucesivas variantes, hasta que construyó el C4 en 1922. El 31 de enero de ese año, el prototipo realizó su primer vuelo en el aeródromo de Getafe y consiguió elevarse 25 metros durante tres minutos. El 9 de enero de 1923, pilotado por el teniente Alejandro Gómez Spencer, el autogiro logró un salto de 183 metros en el mismo aeródromo, demostrando finalmente la validez del concepto que acabaría dando lugar al actual helicóptero.
Una década más tarde, con Juan de la Cierva a los mandos, el vehículo efectuó el primer vuelo sobre Madrid, el 16 de febrero de 1934.