En la mañana del 18 de agosto se va a producir un espectacular acercamiento de los dos planetas más brillantes del cielo, ya que Júpiter se situará ligeramente al sur del resplandeciente Venus en la bóveda celeste. Según los astrónomos, estarán separados por solo 17 minutos de arco, poco más de la mitad del diámetro aparente de la Luna llena. Ambos ‘luceros’ estarán, a su vez, muy cerca del cúmulo de estrellas M 44, conocido como el Pesebre.
La conjunción entre ambos planetas se podrá disfrutar unos 75 minutos antes de la salida del Sol muy cerca del horizonte, por lo que este conviene que esté bien despejado. Júpiter y Venus son brillantes y visibles a simple vista, pero su observación será más interesante si se realiza con prismáticos o telescopios. Eso sí, si se disfruta del espectáculo más allá del amanecer, hay que tener mucho cuidado de no apuntar directamente al Sol con los instrumentos.
En la imagen, conjunción de Venus, Júpiter y la Luna en 2009 en el cielo nocturno del Very Large Telescope (VLT) de ESO en Paranal, Chile. El que brilla intensamente en el centro de la imagen es Venus, planeta vecino de la Tierra, y, a su derecha, el gigante y distante Júpiter.