Resulta complicado distinguir entre los impactos del hombre y los efectos de factores naturales en la evolución de las plantas cultivadas. Un equipo de investigación franco-keniano acaba de conseguirlo para uno de los principales cereales en África, el sorgo. Los científicos muestran como tres sociedades que viven en las laderas del monte Kenia han dado forma a la distribución geográfica y estructura de la diversidad genética de las variedades locales. A causa de sus prácticas de selección y de intercambio de semillas de cosecha en cosecha, los agricultores de cada grupo étnico mantienen variedades que les son propias. Estas se encuentran diferenciadas desde el punto de vista genético y fenotípico, a pesar de su gran proximidad geográfica. Este estudio arroja luz sobre el debate acerca de la pertenencia y la redistribución de los beneficios obtenidos de los recursos genéticos.
Tres sociedades, un mismo entorno
El clima, el entorno, la competencia entre especies, etc. son factores bien conocidos en la evolución genética de las plantas. Pero las plantas cultivadas están sometidas a una fuerza adicional: la acción del hombre. Hasta ahora, pocos estudios han permitido distinguir los resultados de la domesticación de los efectos de las dificultades naturales en la diversidad de las especies cultivadas. Para arrojar luz sobre esta cuestión, un equipo de investigación franco-keniano se ha centrado en un territorio particular: la ladera oriental del monte Kenia. Esta ofrece al mismo tiempo un medio ecológicamente homogéneo y reúne a diferentes grupos étnicos, los Chuka, los Mbeere y los Tharaka, lo cual permite comparar la influencia de sus distintas prácticas agrarias y saberes tradicionales en la diversidad del sorgo, un cereal de gran importancia en esta zona.
Prácticas que dan forma a cada variedad
Los investigadores del IRD, Cirad y KARI en Kenia han llevado a cabo investigaciones sobre el terreno con respecto a cada etnia para precisar su organización social, los modos tradicionales de selección e intercambio de semillas de una cosecha a otra, la importancia del mercado en dichos intercambios, etc. Dichas investigaciones revelan que los Chuka, Mbeere y Tharaka cultivan una mezcla de variedades de sorgo propia a cada grupo. Algunas variedades predominan en función de las preferencias y usos de la etnia (culinarias, etc.), o incluso según sus estrategias agrícolas para hacer frente a los peligros naturales (variedades con ciclo de cultivo largo o corto). Además, las semillas de variedades locales se transmiten tradicionalmente de manera muy compartimentada dentro de un mismo grupo étnico. Estas prácticas limitan la uniformización genética y fenotípica de las variedades cultivadas en esta ladera del monte Kenia. De este modo, a pesar de una práctica local común, las poblaciones de sorgo están muy diferenciadas.
Cada etnia deja su \’firma\’ genética
Paralelamente, los investigadores han inventoriado y tomado muestras de las diferentes variedades de sorgo cultivadas por 130 hogares chuka, mbeeres y tharakas. El análisis del ADN de aproximadamente 300 plantas recogidas ha permitido identificar cuatro grupos genéticos de sorgo. Dos de ellos corresponden a dos variedades introducidas. Se trata de variedades mejoradas genéticamente por ONGs o los servicios nacionales de extensión agrícola. Una de estas variedades, introducida hace cerca de 15 años, parece haberse diversificado genéticamente más con los Chuka que con los demás grupos étnicos. Esto sugiere que las prácticas de las tres comunidades dejan su \’firma\’ en el genoma de las poblaciones de sorgo.
Gracias a este enfoque pluridisciplinar que reúne a antropólogos, genetistas y agrónomos, estos trabajos muestran el papel de las sociedades humanas en la distribución geográfica y la evolución de la diversidad genética de las plantas cultivadas. La identificación de los factores que dan forman de manera local a la biodiversidad permite finalmente conservarla mejor. Además, esto confirma la influencia de las prácticas y saberes locales en la diversidad de la vida, una cuestión esencial en los debates sobre la pertenencia y la redistribución de los beneficios obtenidos de la utilización de los recursos genéticos.