Manuel Martínez Morales
El azar me lleva a situaciones inesperadas y asombrosas como el que de pronto atraviese ante mis ojos algún libro sorprendente, como el titulado “La poesía de los números, Cómo las matemáticas iluminan mi vida”, de Daniel Tammet, reconocido matemático y de quien inicialmente creí que también escribía poesía.
Por Wikipedia me entero que Daniel Paul Tammet (Londres, 31 de enero de 1979) es un joven británico considerado un prodigio por su facilidad en el desarrollo de cálculos complejos matemáticos así como para el aprendizaje de diversas lenguas. Nació en el seno de una familia de clase media junto sus ocho hermanos. En sus memorias, Nacido en un día azul (Born on a Blue Day), habla de cómo la epilepsia, la sinestesia y el síndrome de Asperger le acompañaron durante toda su infancia. Es decir, Tammet sufre una de las variantes del cuadro autista denominada el síndrome de Asperger, lo cual en lugar de ser una desventaja discapacitante, para él ha sido fuente de maravillosas experiencias.
El mismo Tammet lo describe así en el libro mencionado: “Me llamo Daniel Tammet, y soy sinestético: percibo los números con colores y siluetas. En mi cabeza, contar es como pasear por un bosque. Tengo diagnosticado, además, el síndrome del sabio: puedo aprender un idioma en una semana, y recitar decimales del número pi durante cinco horas (por eso me dieron un Guiness). De pequeño resolví que , si conseguía reunir suficientes recuerdos y someterlos a un patrón estadístico, podría predecir el comportamiento de mi madre. Los números primos poseen para mí la belleza de la poesía. Cada mañana me siento en mi escritorio y me pregunto: ¿y si…?”
Además de trabajos matemáticos, ha escrito otros libros como: Nacido en un día Azul, Abrazando el ancho cielo (2009), Islas de Genios (2010), Pensando en Números (2012), La conquista del cerebro (2017) y algunas canciones.
Tammet y su ex-pareja, el ingeniero informático Neil Mitchell, estuvieron juntos desde 2001. Vivieron juntos en Inglaterra en un pueblo del condado de Kent, disfrutando de una tranquila vida. Tammet y Mitchell cooperaron en el servicio online e-learning donde han publicado cursos para el aprendizaje de idiomas. Tammet, en su momento, reconoció públicamente su relación personal con Mitchell, sus habilidades mentales y su orientación sexual.
Su imaginación es intensa e imagino que ésta vuela independientemente de su voluntad: Cerrad los ojos, imaginad un espacio sin límites. Imaginad los movimientos de una partida de ajedrez perfecta. Imaginad que el número 4 pudiera decirse de muchas maneras diferentes. Imaginad los acontecimientos infinitesimales que pueden conducir a que estalle la revolución en un país. Imaginad una tribu que por no saber contar, no planea nada que se prolongue más de un día. Imaginad a Shakespeare descubriendo el número cero y las dimensiones de una ausencia. Imaginad que pudierais leer un libro de una infinidad de maneras distintas…Así expresa Tammet parte de sus propias vivencias.
Reflexionar para comprender lo que se ve y lo que no se ve.