Ánima del Purgatorio

Ánima del Purgatorio


Sandra Isabel Jiménez Mateos *

La conmemoración del día de «Todos los fieles difuntos» (como se le denominó en un principio), no nace como una forma de adoración a la muerte, ni nada por el estilo, si no que se crea como una jornada en la que se debía ofrecer limosnas, ayunos, oraciones, obras de misericordia y sacrificios por todas las almas del purgatorio, especialmente los hermanos de la orden de San Benito, por si necesitaban “purgar” o pagar alguna falla cometida en vida, para poder llegar a la vida eterna junto a Dios.

Su concepción inicial estaba muy lejos de la visión actual, de recuerdo de quienes “ya partieron”, de “los que se fueron”, de quienes fallecieron, e incluso de ofrendas a los mismos.

Su creador es San Odilón de Cluny y la instituyó el 2 de noviembre de 998.

Odilón era el Abad de Cluny, en el monasterio de Silviniaco. La abadía de Cluny (Cluni o Clugny) está situada en Francia, en donde más tarde sería el municipio francés homónimo; fue fundada el 11 de septiembre del año 909, por Guillermo I de Aquitania, conde de Auvernia.

Así pues, para cuando el Abad Odilón impuso la jornada de «Todos los fieles difuntos» (89 años después de fundada), la abadía ya estaba completamente compenetrada con la comunidad de su entorno.

La conmemoración impuesta por el Abad Odilón, quien después será reconocido como santo por la Iglesia Católica, se extendió con gran rapidez, por la intención de las familias de ayudar a sus parientes y amigos muertos a transitar por el Purgatorio para alcanzar el Paraíso ofrecido por la religión católica.

La existencia del Purgatorio y su aceptación o rechazo

La existencia del Purgatorio (cuestionada o inaceptada por algunas ramas del catolicismo y por los creyentes evangélicos) igualmente ya estaba muy compenetrada entre los creyente católicos.

La resurreccin de los muertos- Victor Mottez, 1870, Musee de Lille Francia

La resurreccin de los muertos- Victor Mottez, 1870, Musee de Lille, Francia

La inclusión del Purgatorio, como uno de los tres posibles estados después de la muerte (el Infierno y el Paraíso son los otros dos), se le atribuye al papa católico Gregorio Magno, quien estuvo en el cargo del año 590 al 604 de nuestra era.

Uno de los elementos que utiliza para su inclusión es el Sermón de la Montaña, pronunciado por Jesús Cristo.

En ese Sermón, según la interpretación que se le da, el mismo Jesús Cristo es quien semblantea el Purgatorio, al ser el sermón en el que habló del cielo, el infierno, los pecados mortales y veniales. «Todo esto indica que el Reino de los cielos es la meta definitiva. Precisamente en medio de este discurso, Cristo dijo: «ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo». Notemos que esta cárcel es un lugar de castigo, donde la reparación se hace por las ofensas cometidas», apunta el National Catholic Register, el periódico católico de mayor antigüedad en los Estados Unidos, en la mención sobre el Purgatorio.

Del Purgatorio, la mejor descripción que existe hasta ahora es la realizada por Dante Alihieri en su universal obra La Divina Comedia, precisamente en el capítulo con ese nombre.

Odilón de Cluni, al tomar el nombre que le da a la jornada toma la palabra difunto, por el significado que la misma tiene, pues proviene del latín “disfuntion”, que significa doble función, es decir que no se muere, sino que pasa a desempeñar otra función, y la utiliza con la intención de mostrar la resurrección espiritual después de la muerte, siguiendo el discurso de Jesús Cristo de que que es necesario nacer otra vez. Etimológicamente difunto significa “paso de la muerte física a la Vida”.

La conmemoración del día de «Todos los fieles difuntos» no nace como adoración a la muerte, si no para pedir por las almas del Purgatorio

Fieles Difuntos, conmemoración en una cementerio de México

Así “difunto” propiamente significaba en origen «el que ha cumplido, el que ha terminado».

Así pues, la intención de Odilón de Cluni era que los muertos se beneficiaran de las misas, plegarias, ofrendas y limosnas ofrecidas para el más rápido tránsito de sus almas por el Purgatorio.

El día de «Todos los fieles difuntos» se instituyó como continuación del ya existente día de Todos los Santos, convirtiéndose en un rito que después aprobó y abrazó la Iglesia Universal.

El Papa Benedicto XIV es quien lo declara oficialmente fiesta en el calendario cristiano, en 1748, mediante una Encíclica.

En ese entonces se establece la tradición de que los sacerdotes pueden oficiar tres misas ese día: la primera por intención personal del celebrante; la segunda por intención del Papa, y la tercera por la intención de las almas del purgatorio.

La conmemoración se extendió a América junto con la conquista y toma diversas representaciones, entre ellas la muy conocida generada en México del Día de Muertos, que ahora compite con el Halloween.

* Investigadora académica del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES), de la Universidad Veracruzana

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