En el informe de 2012 acerca de la calidad del aire en España, presentado hoy por Ecologistas en Acción, advierte que 44,1 millones de personas, un 94% de la población, respiró aire contaminado en niveles que superan los establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio, presentado hoy en Madrid, analiza las concentraciones de los contaminantes más abundantes y perjudiciales para la salud: el ozono troposférico, las partículas en suspensión y los dióxidos de azufre y de nitrógeno.

Los datos provienen de las redes de estaciones meteorológicas propias de de cada comunidad. “Hay una legislación que establece el número de estos emplazamientos en función de la zona”, indica a SINC Juan Bárcena, responsable del Área de Calidad del Aire de Ecologistas en Acción.

A pesar de la existencia de esta regulación, desde la organización señalan que existe un gran descontrol a la hora de distribuir estas estaciones. “Cuando una estación da problemas hay una tendencia a cambiarla de sitio. Hay algunas que se mueven de un año para otro, lo que añade dificultad a nuestro trabajo”, asegura Bárcena.

El informe utiliza la misma metodología de análisis adoptada por la Agencia Europea de Medio Ambiente, que presentó un estudio recientemente sobre la calidad del aire en Europa con resultados semejantes para España.

“La OMS ha clasificado la contaminación atmosférica como un agente cancerígeno de nivel 1”, afirma Bárcena.

Los miembros de la organización recalcan la diferencia que existe entre los niveles de referencia que fija la OMS y los que establece la Directiva 2008/50/CE, menos estrictos.

De acuerdo con los límites de contaminación de la Comunidad Europeas, el número de españoles afectados no superaría el 40%.

“El 2013 es el año de la calidad del aire por lo que la directiva está en revisión. Es la oportunidad de acercar sus valores a los de la OMS”, destaca el miembro de la organización ecologista.

Los responsables del estudio apuntan también a la necesidad de mejorar la comunicación pública de estos datos de contaminación que a veces no se encuentran accesibles para el usuario. “Es importante hacer comprensible esta información y relacionarla con los valores límite”,  según Juan Bárcena.

La crisis también está en el aire

Los datos revelan que aunque la concentración de algunos contaminantes, como el dióxido de nitrógeno o las partículas en suspensión han disminuido en los últimos años debido al efecto de la crisis en la industria o la venta y uso de automóviles, el ozono troposférico es uno de los compuestos que más ha aumentado en la atmósfera.

En cuanto a las zonas más afectadas, en general se trata de grandes ciudades donde existe una mayor densidad de tráfico rodado.

Sin embargo, el caso del ozono es diferente ya que al ser un contaminante secundario “tiene un comportamiento inverso, es bajo en las zonas donde hay mucha circulación y aumenta en áreas donde teóricamente no habría contaminación debido a la reacción de otros compuestos en la atmósfera”, indica el estudio.

Desde Ecologistas en Acción indican que las principales vías de actuación para reducir la contaminación atmosférica son la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público, en especial el eléctrico.

También añade que para mejorar la calidad del aire de las zonas industriales la mejor estrategia es la adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales disponibles y el control de la producción en centrales térmicas.

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